Amusátegui defiende una fusión profesional e igualitaria, alejada de personalismos y familias

La Junta General de Accionistas del Banco Central Hispano (BCH) también dio ayer el sí a la unión con el Santander. El presidente de la entidad, José María Amusátegui, señala que la operación "es la mejor de las posibles" y destacó que se ha hecho en término de igualdad y con criterios profesionales. "Emilio Botín", dijo para refrendar esta idea, "sabe que éste ya no es un mundo de personalismos y de familias". El vicepresidente primero y consejero de la entidad, Ángel Corcóstegui, resaltó que el nuevo banco tiene un superávit de recursos propios superior al billón de pesetas y unas plusvalías latentes de 1, 2 billones de pesetas "para aprovechar nuevas oportunidades de inversión".

"Hicimos lo que teníamos que hacer, en el momento oportuno". Así resumió ayer Amusátegui a los accionistas del Central Hispano por qué dio el paso de fusionar la entidad con el Banco Santander. Un resumen que luego desplegó. En su opinión, la operación "es la mejor posible", porque "nos hemos unido a un gran líder de la banca española", porque "se ha hecho cuando todavía está en proceso de configuración el nuevo mapa bancario europeo", porque "se ha realizado en una situación favorable de la coyuntura económica" y porque "beneficia al sistema financiero español, a los dos bancos, a los clientes y, sobre todo, a los accionistas".

El presidente del BCH y copresidente del BSCH se detuvo a la hora de explicar que la unión es entre iguales y que el hecho de que la operación sea técnicamente una fusión por absorción se explica "porque de esta forma hay mayores ventajas de carácter fiscal". Otro de los rasgos que destacó en su exposición fue que la fusión se caracteriza por la profesionalidad. Y para corroborar esta apreciación, en el turno de respuestas a las preguntas de los accionistas, señaló: "Emilio Botín sabe que éste ya no es un mundo de personalismos y familias". Amusátegui se deshizo en elogios hacia Botín —"es un poco hiperactivo, pero un gran persona y un gran banquero"—, Ángel Corcóstegui y Matías Rodríguez Inciarte. Los cuatro perfilaron al fusión y ahora la tutelan desde el comité corporativo.

En un discurso exento de referencias de carácter político, la única mención que Amusátegui hizo del Gobierno fue para recalcar el apoyo recibido. El copresidente del BSCH también mandó un recado a la competencia. "Yo creo que los queridos colegas", dijo sin entrar en nombres, "se habrán quedado un poco estupefactos con la fusión". "Yo deseo", continuó, "que cada uno encuentre su camino y que sigamos haciéndonos una competencia leal".

José María Amusátegui anunció a los accionistas del BCH el reparto de un dividendo por acción de 29, 5 pesetas brutas, lo que supone un incremento de más del 36% sobre el distribuido el año anterior.

El vicepresidente y consejero delegado del BCH, que también lo es del BSCH, se encargó de repasar el ejercicio del año pasado del Central Hispano y los objetivos de la nueva entidad para los dos próximos ejercicios.

Ángel Corcóstegui resaltó especialmente la fortaleza del nuevo banco con vistas al futuro. Y lanzó el siguiente mensaje: "El nuevo banco tiene una masa crítica adecuada para actuar con fuerza en los mercados financieros españoles y europeos. Disponemos de un superávit de recursos propios de casi un billón de pesetas para aprovechar las nuevas oportunidades de inversión, a lo que habría que añadir las posibilidades que ofrecen los 1,2 billones de pesetas de plusvalías latentes del balance del nuevo banco".

Los ocho accionistas que tomaron la palabra en la junta apoyaron la fusión, aunque hubo demandas de mayor información y una petición de que las futuras juntas generales del Banco Santander Central Hispano se celebren un año en Santander y otro en Madrid.

Amusátegui recordó que no es posible tal solución, dado que la junta de cualquier sociedad ha de celebrarse, por ley, en la ciudad donde es encuentre la sede social. En este caso, Santander.