A casa al día siguiente
Por poco intuitivo que pueda parecer, la forma más fácil y segura de hacer llegar un catéter al corazón es introducirlo por la arteria femoral a través de la ingle. El catéter suele tener unos dos milímetros de diámetro, y lleva un pequeño globo desinflado adosado a su extremo.Durante la introducción del catéter, los médicos ven en todo momento lo que están haciendo gracias a una sustancia de contraste (opaca a los rayos X) inyectada en la sangre del paciente. La posición de la obstrucción se aprecia claramente por vídeo como una interrupción del flujo sanguíneo (ver fotografía).
Cuando el globo llega a la posición de la obstrucción, los médicos lo inflan para reabrir la arteria coronaria. En algunos casos, puede dejarse en ese lugar un stent, una espiral metálica (parecida al muelle de un bolígrafo) que impide que la arteria vuelva a cerrarse. La intervención raramente dura más de media hora. La mayoría de los pacientes tratados así pueden volver a su casa al día siguiente.
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