Malas notas para Marín y Oreja
Los eurocomisarios españoles, Manuel Marín y Marcelino Oreja, salen entre los peor parados en una encuesta que publica la revista económica francesa l"Expansion y ha sido elaborada entre periodistas de diferentes países que cubren la información de la UE.Oreja ocupa el puesto 16 (de un total de 20) y es calificado como "el típico comisario que no tiene influencia". Marín ocupa el siguiente puesto, y los encuestados le achacan que es "demasiado sumiso a su entorno".
Aunque la revista es francesa, su compatriota Edith Cresson, encargada de Formación e Investigación, no se libra de ocupar el farolillo rojo. Su mantenimiento en el cargo, dice la revista, arroja sombras sobre toda la institución comunitaria. Entre los triunfadores de la encuesta destacan el comisario de la Competencia, el belga Karel van Miert, que obtiene el número uno y es considerado "el hombre más poderoso de Europa". Le siguen el encargado de asuntos económicos, el francés Yves Thibault de Silguy, quien "se ha afianzado a los mandos del euro", y la italiana Emma Bonino ("un ser humano entre robots").
El presidente de la Comisión, Jacques Santer, se sitúa en la zona media, en el puesto número 12, y de él se dice que es "serio y valeroso, aunque sin brillo".
En los comentarios sobre los comisarios europeos, algunos sacan un sobresaliente. Además de la citada Bonino, destacan el encargado de Relaciones Exteriores, Leon Brittan ("demuestra que se puede ser inglés y europeo"), y el responsable de Mercado Interior y Aduanas, el italiano Mario Monti ("el más inteligente de todos"). Sin embargo, para otros, la calificación es más bien negativa, cuando no demoledora. Así, del portugués João Pinheiro, responsable de las relaciones con los países de la zona África-Caribe-Pacífico, se dice que "sus informes existen a pesar de él"; sobre Ritt Bjerregaard (Medio Ambiente) se comenta que es "tan invisible como el CO2", y respecto al irlandés Padraig Flynn, hay un interrogante: "¿Cómo creer en la Europa social con un promotor así?".
