Almunia acusa a Pujol de confundir "sus deseos con los de Cataluña"

El secretario general del PSOE, Joaquín Almunia, aludió ayer por la mañana a la conferencia que iba a pronunciar anoche el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, en la que estaba previsto que expresara los deseos de Cataluña de obtener un mayor desarrollo de su Estatuto de Autonomía, señalando que "con frecuencia los nacionalistas suelen tender a confundir sus opiniones con las de la comunidad autónoma donde hacen política". El presidente del Gobierno, José María Aznar, se limitó a recordar que él defiende el marco institucional.

Almunia, que asiste junto al candidato a la Presidencia del Gobierno, José Borrell, al Congreso del Socialismo Europeo que se clausura hoy en Milán, abordó el tema autonómico entre otros temas de la actualidad política española. A juicio de Almunia, "los deseos de los catalanes y de las catalanas serán expresados en las elecciones del otoño próximo y probablemente van a ser contrarios a los del señor Pujol. Creo que va a perder las elecciones del otoño".En relación a la conferencia que pronunció anoche el presidente de la Generalitat en Barcelona, el secretario general del PSOE se mostró cauteloso: "Esperaré a conocer las ideas del señor Pujol que siempre me merecen respeto, le aprecio intelectual y personalmente, pero desde ahora le digo que los deseos de Cataluña probablemente los representa ya mucho mejor Pasqual Maragall". Por su parte, Aznar esquivó ayer desde Finlandia entrar en debate con el frente nacionalista. Sobre la conferencia de Pujol, dijo que "es difícil comentar desde Helsinki una conferencia que va a pronunciar en Barcelona y que todavía no se ha dado". Sin embargo, recordó que él defiende la "cooperación entre los Gobiernos autonómicos y el Gobierno central, y la defensa del marco institucional", informa

A los comentarios del presidente del PNV, Xabier Arzalluz, sobre la ausencia de posos democráticos en el PP y su Gobierno por su actitud ante los kurdos, Aznar se limitó a reiterar sus llamamientos a la sensatez "aunque haya gente que quede lejos" de ella. Luego ironizó sobre las actitudes excluyentes de los nacionalistas vascos. Recordó que hay empresas finlandesas en el País Vasco, concretamente en Ber-meo, y señaló que lo decía "por si a alguien se le ocurre decir que se marchen de allí".

Tanto Almunia como Borrell insistieron en señalar que "no hay novedad" en lo que respecta al cabeza de lista del PSOE para las elecciones europeas de junio. "La dirección del partido no ha empezado todavía el análisis de la composición de la lista al Parlamento europeo", dijo Borrell, quien, preguntado sobre si tenía alguna idea, algún perfil de la persona que debía encabezar esa lista confesó: "La tengo, pero no se lo voy a decir. Habrá que esperar a que la dirección del congreso analice la cuestión. Pero lamento que las especulaciones, los comentarios, a veces reales y a veces menos reales estén sembrando una cierta confusión al respecto, háganme caso, no presten atención a estas especulaciones".

No cree Borrell que el exceso de especulaciones haya acabado por devaluar este cargo. "No, en absoluto, creo que la cabeza de lista de la candidatura al Parlamento Europeo es de enorme relevancia, de enorme responsabilidad. Ya he dicho muchas veces que si no fuera candidato a las elecciones generales, hubiese aspirado a este puesto. Hubiese estado muy honrado, muy satisfecho de aceptarlo. No es un cargo de segundo orden, especialmente ahora que se está impulsando la construcción europea, en estos momentos en que la UE se va a ampliar, se van a reformar las instituciones, va a tomar cuerpo político".

En relación con las últimas encuestas publicadas que sitúan al PP varios puntos por delante del PSOE en intención de voto, Borrell señaló que su partido trabaja "con la vista puesta en la primavera del 2000": "O sea que queda un año y mucho trabajo por hacer". El candidato recalcó, no obstante, que el partido no vive con la vista clavada "en las encuestas de cada fin de semana", sino que está centrado en su objetivo "de conseguir rearmar políticamente al PSOE" para recuperar "una confianza" que perdieron en 1996.