_
_
_
_

El BBV reivindica su independencia

Ybarra apuesta por ganar tamaño, "pero no de cualquier manera ni con mimetismo"

La junta general de accionistas del BBV celebrada ayer en Bilbao estaba rodeada de una gran expectación. Y no sólo porque fuera la primera gran reunión de carácter económico que tiene lugar en el recién inaugurado Palacio Euskalduna. El atestado aforo estaba a la espera del mensaje de Emilio Ybarra después de que se hayan sucedido acontecimientos de carácter tan importante para la vida del banco como la fusión entre el Santander y el Central Hispano o el anuncio de la tregua de ETA y el nuevo escenario sociopolítico planteado en el País Vasco.El presidente del BBV no rehuyó ninguno de los temas. Es más, aprovechó la ocasión para definir lo que denominó "la identidad profunda" del banco. "Somos un grupo que nació en el País Vasco hace 143 años, somos un banco español y una gran multinacional, y nuestra filosofía es ser ciudadanos de cada una de las naciones, comunidades, ciudades donde trabajamos. Y somos un grupo independiente. Queremos depender sólo de nuestros accionistas y del mercado de nuestros clientes y de la sociedad expresada en la opinión pública", dijo con contundencia. "Entendemos", explicó a continuación, "la independencia como libertad para elegir, en cada momento, el camino adecuado que nos hemos propuesto. Entendemos por independencia el respeto mutuo y compartido de instituciones, de ámbitos políticos y sociales, de reglas del juego. La independencia para nosotros no es poder, sino servicio a la sociedad; la independencia es posibilidad de realizar nuestro negocio, no ponerlo a disposición de actuaciones coyunturales". Toda una declaración de intenciones.

Más información
Esperanza y preocupación ante la tregua de ETA
El dividendo aumentará en torno al 20%

"Queremos tamaño"

Como lo fue la que hizo cuando se refirió al tamaño que ha de tener la entidad en el futuro, especialmente en lo que se refiere al mercado interior. "Queremos tamaño", sancionó. "Pero no de cualquier manera ni con mimetismo", matizó. La sombra del Banco Santander Central Hispano (BSCH) aparecía en esta afirmación, e incluso tomó cuerpo cuando un accionista, en el turno de preguntas, le pidió que considerase la posibilidad de fichar a Ana Patricia Botín, que el pasado lunes presentó su dimisión de los cargos ejecutivos de la entidad.

Al margen de anécdotas, el presidente del BBV opinó que una buena fusión es lo mejor, "ya que da más potencial de tamaño". "Pero una buena adquisición o, simplemente, el crecimiento interno son, sin duda, mejor que una mala o precipitada fusión", señaló. Pero los planes de expansión del BBV no se circunscriben al mercado interior.

Ybarra recalcó que sigue en pie la apuesta por Latinoamérica, uno de los pilares de su estrategia a lo largo de los últimos años. "Quiero reafirmar nuestra confianza en Latinoamérica. Hemos invertido allí porque confiamos en el crecimiento futuro de esta región, con independencia de coyunturas", dijo. "Por ello", insistió, "nuestra línea es la de mejorar y ampliar nuestra posición actual, tanto por la vía del crecimiento orgánico como por la de las adquisiciones".

La tercera gran área dentro de la estrategia del BBV es la eurozona. Tras destacar la reciente toma del 10% del italiano Banco Nazionale di Lavoro (BNL), Ybarra anunció que la entidad estudiará, sin prisas pero sin pausas, "todas aquellas operaciones que se nos presenten, y las llevaremos a cabo sólo cuando cumplan con los requisitos de creación de valor, lo cual es el eje fundamental de nuestra política".

El discurso del presidente del BBV no sólo tuvo planteamientos estratégicos, también asumió ante sus accionistas los siguientes compromisos: el beneficio atribuido y el dividendo de este año aumentará en torno a un 20%, y la cotización en Bolsa "será mayor que el promedio de los competidores de referencia, tanto españoles como europeos".

Ybarra destacó, ya en el ámbito de la política económica, "el éxito de España en el proceso de convergencia nominal", y recordó que "se mantiene el reto de obtener la convergencia en renta per cápita con el promedio del área económica de la que formamos parte". Para lograrlo volvió a reclamar que se profundice en las reformas estructurales que flexibilicen la economía "y permitan aflorar las capacidades empresariales y aprovechar los recursos humanos hoy condenados al desempleo". Ybarra solicitó al Gobierno que acentúe su control sobre la inflación para evitar la pérdida de competitividad de las empresas, y puso como objetivo ideal "la tasa de inflación de los países del núcleo europeo". Además, calificó de "valiente" la reforma del IRPF que entró en vigor el pasado 1 de enero.

No obstante, advirtió que observa dificultades para que continúe "el sobresaliente proceso de reducción de déficit" debido, principalmente, a que la economía española ha alcanzado "su máximo cíclico", a la reducción de los tipos de interés y a los efectos de la reforma fiscal.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_