Miró deriva la atención médica de los "sin papeles" a las ONG
La Consejería de Bienestar Social deriva la atención sanitaria de los inmigrantes adultos indocumentados a ONG como Médicos del Mundo, que el año pasado dobló las asistencias de 1997 con más de 5.000 consultas. Mientras, la red sanitaria valenciana seguirá sin cubrir la asistencia médica regular de los sin papeles hasta que se alcance un acuerdo con el Ministerio de Sanidad. Miró se escudó ayer en el carácter "nómada" del inmigrante y a la "complejidad" del problema para no tomar medidas a nivel autonómico.
Marcela Miró reconoció ayer que el Servicio de Atención al Inmigrante, dependiente de la consejería de Bienestar Social y enmarcado en el proyecto europeo Rainbow, deriva a las ONG a numerosos inmigrantes que acuden a la oficina para recibir información y asistencia médica, ya que al no tener los papeles en regla no pueden acceder a los servicios de la red sanitaria valenciana. Esta falta de cobertura provoca que ONG como Médicos del Mundo ocupen el vacío dejado por la Administración y actúen como servicios sanitarios paralelos. Las 2.273 atenciones practicadas por esta ONG en 1997 se han visto ampliamente superadas por las 5.630 practicadas el año pasado, unas cifras en continuo crecimiento según responsables de la organización. Miró se refirió ayer a la necesidad de "resolver el problema [de la falta de atención sanitaria regular a los adultos indocumentados] a nivel nacional" para justificar su rechazo a tomar medidas en la Comunidad. Según la Mesa de Entidades de Solidaridad con los Inmigrantes, existen entre 15.000 y 30.000 inmigrantes sin papeles que carecen de atención médica, excepto de urgencias, en las tres provincias valencianas. La mesa exige que se les atienda amparándose en el decreto 88/89 de la Generalitat Valenciana que extiende la atención sanitaria a las personas que carecen de recursos económicos. La consejera, que ayer compareció junto a Jesús de Obeso, coordinador del programa Rainbow, sin embargo, rechaza toda solución que no pase por un acuerdo con el Ministerio de Sanidad para que este colectivo pueda acceder a la tarjeta de atención sanitaria. De Obeso señaló que la inmigración es "competencia nacional" para defender que se estén limitando a las negociaciones que, señaló, mantoenen con Sanidad. Tanto De Obeso como Miró se refirieron al carácter "nómada" de los inmigrantes y a la necesidad de aplicar "directices comunes" para eludir tomar medidas de ámbito autonómico. La solución pasa, para la consejera, por una tarjeta sanitaria similar a la de los menores indocumentados. Miró presentó ayer el balance de los primeros seis meses del programa, que presta servicios sanitarios, jurídicos y de integración laboral a inmigrantes. La consejera anunció que el programa, que cuenta con un presupuesto de 133 millones de pesetas para 1998 y 1999, atendió entre junio y diciembre de 1998 a 955 extranjeros, 43 de los cuales encontraron trabajo. La Unión Europea financia un 75% del total de las actuaciones.
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