... Y PEPE EL GENERAL

Los apodos forman parte de la cultura popular y de los usos y costumbres de la vida rural, sobremanera en algunas regiones, caso de Asturias, donde es práctica común que los motes figuren en las esquelas mortuorias. Ahora, un grupo de estudiosos de la Universidad de Oviedo se ha planteado acometer una tesis doctoral sobre los sobrenombres más comunes a partir del estudio precisamente de los anuncios necrológicos que se publican en la prensa. Este trabajo de antroponimia lo realizan los investigadores Loreto Díaz Suárez y Susana Villa, quienes, junto a Julio Viejo, y bajo la dirección de la decana de la Facultad de Filología, Ana Cano, se integran en un proyecto más amplio para la elaboración de un diccionario de la especialidad en colaboración con universidades de Portugal, Francia, Italia, Bélgica y Rumania. En la Asturias rural el apodo llega a sustituir plenamente la filiación legal de las personas. Un cartero jubilado del municipio de Noreña, Manuel Alberto Amado, narró un suceso suficientemente ejemplificador el pasado 14 de noviembre, en el transcurso de una cena de homenaje a personajes populares de la localidad: "En Noreña todo el mundo se conocía por un mote. Una vez tuve que entregar una carta a un tal José Rodríguez en la aldea de El Truébano. Yo no sabía quién era. Así que pregunté en la primera casa que me topé. Salió un hombre y le pregunté por José Rodríguez. Me dijo que él tampoco lo conocía. Entonces su mujer gritó desde la cocina: "¡Pero si José Rodríguez eres tú!". El marido, extrañado, replicó: "¿José Rodríguez? Yo siempre fui Pepe el General".- CUARTAS,