Consenso con reticencias
El ministro de Exteriores francés Hubert Védrine dio cuenta ayer de la existencia de "un consenso sobre la autonomía sustancial de Kosovo, particularmente", dijo, "en los mecanismos que permiten la convocatoria de elecciones libres y justas para la puesta en marcha de instituciones democráticas". Añadió que el consenso existe igualmente en lo que se refiere a la protección de los derechos humanos y los derechos de los ciudadanos de las distintas comunidades nacionales, al igual que en "la creación de un sistema judicial equitativo". En el plano político, el estatuto propuesto -que otorga a Kosovo una amplia autonomía con Gobierno, Parlamento, policía propia y posibilidad de recaudar impuestos- es aceptado globalmente por las partes aunque persisten dudas sobre las competencias legislativas de uno y otro parlamento. La última fórmula: "la convocatoria de una conferencia internacional que dispondría de mecanismos para determinar la voluntad popular de Kosovo" ha sido aceptada verbalmente por la delegación albanokosovar pero rechazada por los serbios que se atienen en este terreno al texto original.La propuesta militar que trae consigo el despliegue de la fuerza multinacional y el repliegue, reducción y desarme parcial de los efectivos militares y policiales serbias asentados en Kosovo -sólo permanecería 1.500 soldados, limitados al perímetro fronterizo, y 2.500 policías- es rechazada por Belgrado. La autodisolución y desarme exigidos al ELK plantea grandes resistencias a sus representantes.
