Moneo exige "pulcritud" para el Prado

El arquitecto Rafael Moneo declaró ayer que el proyecto de ampliación del Museo del Prado con el claustro de los Jerónimos requiere "una construcción muy primorosa y muy pulcra, unas obras que exigen una pulcritud a la que no siempre estamos acostumbrados". Moneo expuso su proyecto por primera vez en público, durante una hora y ante unas 120 mujeres del Club Zayas, de Madrid. En el mismo acto, el secretario de Estado de Cultura, Miguel Ángel Cortés, dijo que el Thyssen se ampliará con otro edificio y que el de Artes Decorativas verá renovada su sede.

El club cultural Zayas, con unos 1.500 socios, el 90% mujeres, cuya junta directiva pertenece al Opus Dei, celebró ayer uno de su habituales debates. El acto incluye una comida -entremeses, paella y numerosos postres- que preparan las socias, en la zona de entrada y biblioteca, y un coloquio en el salón de actos. El invitado de ayer, el arquitecto Rafael Moneo, se sorprendió y calificó de "encerrona" la presencia de periodistas, que habían sido invitados por Miguel Ángel Cortés mediante una comunicación del Ministerio de Educación y Cultura, sin conocimiento del arquitecto. Cortés defendió que era un acto público sobre un proyecto público.La periodista Pilar Cambra habló de "coloquio elevado con gente inteligente" al presentar a los dos invitados. Sobre un mapa de Madrid, Miguel Ángel Cortés situó el proyecto de ampliación del Prado, que no estará terminado antes del 2004, en el "conjunto museístico más importante del mundo", situado entre la plaza de Atocha, con el Reina Sofía, y la de Colón, con la Biblioteca Nacional y el Arqueológico.

Cortés anunció que el patronato del Reina Sofía aprobó el pasado lunes las bases para un concurso por invitación para un nuevo edificio que formará parte de la ampliación, con el modelo Prado de dejar el edificio para la colección permanente. En el eje de la Castellana, nombró el Museo Naval y el de Artes Decorativas, "que ampliará su sede", con referencia a la compra por Cultura del palacio del marqués de Salamanca, actual sede central de Argentaria. También dijo que el Thyssen "se ampliará para acoger nuevas obras" -"se está hablando y en estos casos cuanto más discreto mejor", añadió después-. Sobre la Biblioteca Nacional, señaló que se encuentra en la última fase de reformas, y que el Arqueológico está pendiente de un proyecto de ampliación y ordenación de sus colecciones.

Para Rafael Moneo, el Prado necesita "racionalidad" para encajar todas sus piezas. Cortés explicó con detalle los cinco edificios del conjunto del Prado: la sede de Villanueva, el Casón, Aldeasa, los Jerónimos y el Museo del Ejército, con la reconstrucción del salón de reinos que diseñó Velázquez.

Moneo se centró en su proyecto, que estará terminado este verano para concursar las obras a finales de año, con un presupuesto de entre 4.000 y 5.000 millones de pesetas. El 15 de marzo presentará su estado actual ante el pleno del Prado, donde hay varios patronos que se oponen a sus planteamientos. El estudio de Moneo trabaja en una primera fase de la zona del claustro y otra que conecta el edificio Villanueva y los Jerónimos, una cuña acristalada que el arquitecto llama un gran zaguán de entrada o zona de encuentro, que se convierte en la cuarta entrada del museo.

Tras situar en un plano el crecimiento del Prado, desde "la sensualidad escandalosa" del edificio Villanueva a las ampliaciones situadas a su espalda, Moneo presentó su proyecto con los dibujos que había aportado al concurso de anteproyectos, sin que existan cambios notables con los trabajos actuales. Destacó "la sorpresa casi surrealista" de englobar el claustro como biblioteca y el tratamiento "grato" del entorno peatonal.