Ibarretxe exige a EH un "rechazo evidente" de la violencia mientras que HB la justifica

El lehendakari, Juan José Ibarretxe, cree que la violencia callejera, que se reprodujo de nuevo el pasado fin de semana, va contra la "letra y el espíritu" de la declaración aprobada en el Parlamento vasco el pasado jueves. Ibarretxe se mostró ayer contundente al exigir a Euskal Herritarrok un "rechazo evidente" de las coacciones y atentados que, además de inaceptable en la democracia, bloquea un acuerdo de Gobierno entre las tres formaciones nacionalistas e impide poner en marcha una nueva Mesa por la Paz con todos los partidos. Sin embargo, casi a la misma hora el portavoz de la dirección de HB, Joseba Permach, afirmó que la kale borroka (lucha callejera) es "una violencia de respuesta a la violencia de Francia y España".

A pesar del escaso margen de maniobra de que dispone sin una mayoría parlamentaria sólida, Juan José Ibarretxe consideró ayer importante, pero insuficiente, la "apuesta" por acabar con todas las violencias que los nacionalistas firmaron en el Parlamento de Vitoria el pasado jueves. Aunque definió esa declaración como un paso más en la dirección correcta, exigió que las palabras tengan una correspondencia con los hechos y cesen los sabotajes y las amenazas.El lehendakari, que en su comparecencia pública de ayer hizo balance de la ronda de reuniones que ha mantenido con las formaciones vascas, consideró "exigible" que todos "den pasos más allá de la buena voluntad". "Después de la firma del acuerdo parlamentario, ahora es necesario concretarlo", declaró.

"Si acciones como las de este fin de semana se producen en el tiempo sin que haya un rechazo evidente por parte de todos, no se concluirá un acuerdo" de Gobierno, aseveró con rotundidad. "Si esto no se entiende, no habrá pacto de legislatura con EH [la marca electoral de HB]. Seguiremos siendo un Gobierno del PNV y Eusko Alkartasuna que tendrá que alcanzar mayorías en el Parlamento", subrayó.

Tras solidarizarse con quienes han sufrido atentados estos días, el presidente reiteró que "hacer política y perpetrar actos violentos es incompatible" y que todos deben "entenderlo". Asimismo, recalcó que "lo realmente importante para este país es que desaparezca la violencia. Eso es mucho más importante que la estabilidad de un Gobierno".

Maniobras de distracción

Sin embargo, el portavoz de la Mesa Nacional de HB, Joseba Permach, cree que las críticas del PNV a su partido por los sabotajes del pasado fin de semana, en las que los peneuvistas han enfatizado que "se acaba el tiempo" para que cese la violencia callejera, son poco menos que una maniobra de distracción.

Permach justificó la kale borroka como una "violencia de respuesta" a la "violencia original que ejercen el Estado español y el francés". "Tendríamos que hablar de esa violencia" del PP y del PSOE, advirtió, y los llamó "violentos y fascistas", informa El portavoz de HB sostuvo en San Sebastián que "si alguien ha hecho un esfuerzo especial en los últimos meses para crear un clima político esperanzador ha sido la izquierda abertzale".

Permach y otros cinco miembros de la cúpula de la coalición encabezaron una concentración de una veintena de personas ante las sedes del PP y el PSE en San Sebastián, distantes un centenar de metros, bajo el lema Utzi pakean Euskal Herriari. Demokrazia (Dejad en paz a Euskal Herria. Democracia).

Las concentraciones querían poner en cuestión la "hipocresía" de populares y socialistas, que, en opinión de Permach, quieren desviar la atención hacia la "violencia de respuesta" cuando están detrás de la "violencia de origen" del "Estado francés y el español", una "violencia" que ejemplificó en la "negación de los derechos democráticos del País Vasco, de su lengua y de todos sus derechos".

En el seno del PNV y de EA la persistencia de los ataques se vive con preocupación evidente. Sin un acuerdo sólido que soporte la acción del Gobierno, los nacionalistas se quedan a la intemperie. El presidente de EA, Carlos Garaikoetxea, aseguró ayer: "Si los hechos son tercos" y la violencia callejera sigue adelante, "no podremos llegar a ningún acuerdo con EH".

El lehendakari reiteró su compromiso con la pacificación, pero dejó claro que su promesa electoral de crear una nueva Mesa de partidos con la presencia de HB y sin limitaciones de contenidos es, de momento, imposible.

Tras la primera ronda de conversaciones con todos los partidos, las posiciones siguen siendo diametralmente enfrentadas. El PP, el PSE y UA exigen que cesen las amenazas para sentarse a hablar. A su vez, EH mantiene que sólo cuando se pongan sobre la mesa "la territorialidad y la soberanía" se pondrá fin a la violencia. "Pero es la hora de seguir dialogando, de abrir puertas y no de cerrarlas", dijo Ibarretxe para mantener su apuesta por ese futuro nuevo foro, que compagina con "un hilo conductor directo con José María Aznar en La Moncloa y con la Casa Real".

Ibarretxe seguirá hablando con los dirigentes vascos cuando concluya una serie de citas que va a iniciar esta misma semana con la Iglesia, asociaciones pacifistas, sindicatos y medios de comunicación.