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Editorial:
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Buscando estabilidad

CON EL telón de fondo de la herida todavía abierta por la crisis financiera global y una evolución de las principales economías más adversa que la prevista, el Grupo de los Siete (Estados Unidos, Japón, Alemania, Francia, Italia, Reino Unido y Canadá) ha tratado este fin de semana en Bonn de abordar el fortalecimiento del sistema financiero internacional. Asunto tan ambicioso como manido. A cada una de las perturbaciones financieras surgidas desde el colapso en 1971 del sistema de Bretton Woods le han sucedido diversas propuestas de afianzamiento, que los poderes económicos han sido incapaces de aplicar. El entramado de las relaciones financieras internacionales sigue plagado de chapuzas y malas reparaciones y favorece en última instancia crisis como la vigente.La reclamación de una "nueva arquitectura" para el sistema financiero es uno de esos enunciados que de vez en cuando producen los gabinetes de los ministros del ramo o las instituciones internacionales. El G-7, a través de la propuesta presentada por Hans Tietmeyer, presidente del Bundesbank, acaba de dar un paso en la concreción de ese nuevo diseño al proponer el denominado Foro de Estabilidad Financiera. Su misión genérica sería la supervisión de los mercados internacionales y el fortalecimiento de la coordinación entre sus distintos agentes, para evitar perturbaciones como la que originó la crisis asiática.

La escasa información sobre el nuevo foro no permite anticipar su verdadera identidad, pero su propósito genérico es saludable. El espectacular crecimiento de los mercados financieros, en un contexto de amplia liberalización, no ha estado acompañado de mecanismos de seguimiento de los factores de inestabilidad anejos. Avanzar en esa dirección de supervisión es mucho mejor, por ejemplo, que intentar ponerle puertas al campo con excesivos controles que suprimirían las indudables ventajas que la existencia de esos mercados ofrecen. Que este primer intento dé lugar a un entramado realmente nuevo y viable es ya harina de otro costal.

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