105.000 millones perdidos

El Plan Municipal de Gasolineras preveía un doble canon para las 56 gasolineras que debía sacar a concurso el Ayuntamiento. Por un lado, un peaje de 20.000 pesetas por metro cuadrado y año. Las nuevas instalaciones medían, como mínimo, 1.000 metros cuadrados, aunque podían llegar a 5.000. Esto daría unos ingresos no inferiores a 20 millones de pesetas al año por gasolinera, que, multiplicado por 56 estaciones, elevaría la cifra a 1.120 millones anuales.El segundo canon gravaba la venta de combustible en 0,5 pesetas por litro vendido. La media de venta es de 10 millones de litros al año por gasolinera, si bien algunas estaciones doblan tal cifra. Aun tomando como referencia la cifra inferior, resultan ya cinco millones anuales por gasolinera, lo que ascendería a 280 millones para el colectivo.

Por uno y otro concepto, las gasolineras deberían pagar al Ayuntamiento cada año no menos de 1.400 millones. Como el plazo previsto de alquiler de tales instalaciones antes de su reversión al Ayuntamiento era de 75 años, esto supone que el Ayuntamiento ha renunciado a unos ingresos que superarían los 105.000 millones de pesetas.

Hay ejemplos que avalan que tal sueño no era imposible. La empresa de la macrogasolinera del Campo de las Naciones abonará a lo largo de 25 años 240 millones como canon fijo y un porcentaje en ventas. Y el empresario Rivilla ha pagado al Ayuntamiento 375 millones, sin porcentaje por ventas, por el disfrute durante 75 años de dos gasolineras instaladas en suelo municipal.

Mientras el edil socialista José María de la Riva se queja de que el Ayuntamiento regala negocios muy lucrativos y pierde "una importante recaudación", desde el Consistorio se invocan vientos de liberalización que le impiden intervenir en el sector. El PSOE considera que un concurso no limita la competencia, sino que la favorece.