El Consell promete ayudar a las "pymes" ante el proceso de la globalización Olivas cierra el Congreso de Economía
La Comunidad Valenciana camina a velocidad óptima para adaptarse al proceso de globalización de la economía, según destacó ayer el consejero de Hacienda, José Luis Olivas, que ratificó el compromiso del Consell de apoyar a las pequeñas y medianas empresas (pymes), fundamento de la estructura económica valenciana, para que mantengan y amplíen su actividad exportadora.
El fenómeno de la globalización de la economía tendrá consecuencias a todos los niveles, y será necesario que administraciones públicas, sectores productivos y agentes sociales redoblen esfuerzos para garantizarse un puesto en un mercado libre sin fronteras marcado por la competitividad.Las repercusiones de la globalización se manifestarán tanto en el sector público como en el privado. En opinión del consejero Olivas, que ayer clausuró el sexto Congreso Nacional de Economía celebrado en Alicante, los sectores productivos se verán obligados a avanzar en tecnología, y a adaptarse a los cambios que experimentarán los mercados tradicionales. La competitividad marcará el camino del éxito o el fracaso, y ese parámetro será "el pilar para garantizar el futuro", según el titular de Economía. PASA A LA PÁGINA 9
La jornada de 35 horas es posible si se bajan los salarios, dice Solans El experto aboga por flexibilizar el mercado
VIENE DE LA PÁGINA 1 "En una economía abierta como la valenciana", apuntó Olivas en el discurso de clausura del congreso, "con un importante volumen de pequeñas y medianas empresas exportadoras, los retos que se plantean son los de mantener y mejorar la calidad, tecnología, profesionalidad y los canales de comercialización y distribución de los productos". Y en esos retos juega un papel importante la Administración pública. "La Generalitat potencia y potenciará esos aspectos", señaló el consejero, "pero es evidente que hay que considerar la evolución de los demás" para no perder cuota de mercado. Olivas vaticinó un periodo de expansión, definido por un crecimiento sostenido de la economía para avanzar "hacia la convergencia real en niveles de rentas, empleo y bienestar social" con la Europa más desarrollada. El Consell mantiene la tesis de que sólo potenciando a las empresas y proyectos de inversión se podrá ganar la guerra al desempleo. Y eso, en la Comunidad Valenciana, se traduce en apoyos a las pymes, "que son las que verdaderamente generan puestos de trabajo, y por eso es fundamental que mantengan su competitividad en los mercados, y por eso el Consell apoyará iniciativas encaminadas a adecuar a los profesionales a las necesidades específicas del mercado laboral", recalcó Olivas. Eficacia colectiva "El tiempo apremia", señaló Olivas al final de su intervención, cuando situó el inicio del proceso de estabilidad en la entrada en vigor del euro, que de hecho supone una renuncia a actuar de forma individual por un objetivo común "para llegar más lejos". Se pierde en individualismo, pero se gana en eficacia colectiva, "y todo cambio, a pesar de sus costes, propicia ventajas", concluyó el consejero. Uno de los mayores retos que se plantean hoy a los países de la Unión Europea es la reducción del nivel de desempleo. El representante español en el Banco Central Europeo, Eugenio Domingo Solans, abogó ayer por políticas dirigidas a flexibilizar el mercado laboral para luchar contra el paro, y calificó de errónea la propuesta alemana de rebajar los tipos de interés para avanzar en ese objetivo. "El gravísimo problema del paro que sufre Europa no se puede resolver sólo con políticas monetarias", dijo Domingo Solans. Para este economista, el ejemplo está en Holanda, país que hace 20 años adecuó los salarios a la productividad, "con excelentes resultados". De "reivindicación natural" calificó Solans la solicitud de una reducción de la jornada laboral a las 35 horas semanales. "Es lógico que aumente el tiempo de ocio de los trabajadores", señaló Solans, aunque dejó clara su oposición a esta medida si viene impuesta por decreto y sin una reducción de los salarios, "porque eso aumentaría significativamente el coste laboral unitario". Sentando las bases, será posible alcanzar las 35 horas semanales si se bajan los salarios, dado que el desarrollo tecnológico permite reducir el número de horas de trabajo y conseguir idéntica productividad, según explicó el representante del Banco Central Europeo en la última jornada del Congreso Nacional de Economía.
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