Maragall califica de "huida hacia adelante" la reforma del Estatuto sugerida desde CiU

Pasqual Maragall calificó de "huida hacia delante" la deriva tomada por Pujol en los últimos tiempos respecto a la valoración del Estatut. "Un día hablan de un pacto fiscal, que es del todo inviable, y al otro día hablan de reforma del Estatut". Esto es, en su opinión, fruto de la manera desordenada de gobernar de CiU, que se ha convertido en una de sus características esenciales. No lleva a ninguna parte, afirmó, y plantea la necesidad de que "alguien ponga un poco de sensatez" en la forma en que Cataluña aborde estas cuestiones. Esto es, aseguró, lo que persigue su propuesta federalista.

Maragall expuso ayer las líneas generales de su oferta a un nutrido grupo de empresarios leridanos que han creado la plataforma de debate Fòrum 2001. Ante ellos defendió que el federalismo es esa forma más sensata de que Cataluña plantee en España soluciones que sirvan para todos. En particular, Maragall considera especialmente desafortunado que el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, plantee la mejora de la financiación autonómica como una mera pretensión de que el Gobierno catalán se quede con el porcentaje más alto posible de los principales impuestos. Entre la treintena de empresarios que participaron en el encuentro de Maragall, estaban Ramon Roca, de la empresa Ros Roca; Josep Maria Pujol, de Prefabricados Pujol; Jaume Ramon, del grupo IFA; Francesc Argilés de Nufri, y Josep Cusiné, de Castell del Remei. Maragall está prestando especial interés a escuchar las opiniones del mundo empresarial relacionado con el mundo de la cultura, un sector en el que, según él, se aprecia con mucha intensidad la ausencia de una verdadera orientación de gobierno. "Hace falta una programación de futuro", dijo ayer tras escuchar las impresiones de los empresarios, "porque si no ocurren cosas como que descubramos de pronto que nuestro sector del porcino depende del mercado de futuros de Rotterdam, como nos ha sucedido ahora". El candidato socialista a la presidencia de la Generalitat visitó por la tarde en Lleida la sede de Actel, una cooperativa de cooperativas y en Alcarràs la sede de la cooperativa Fruits de Ponent. Pese a rechazar la manera en que CiU plantea la reforma del Estatut, no se mostró sin embargo del todo contrario al debate. En el caso de Esquerra Republicana, afirmó, esta propuesta "es más sincera". Pero en el caso de Convergència, agregó, no es más que otro intento de enzarzar al país en un debate para el que no tiene respuestas. Añadió que ahora es el momento de preguntar a quienes han gobernado Cataluña durante tantos años por qué no han desarrollado los aspectos del Estatut que estaba en sus manos aplicar. Por ejemplo, dijo, el Estatut dice que en Cataluña hay áreas metropolitanas a las que se debe dotar de instrumentos de gobierno. En cambio, el Gobierno de CiU lo único que ha hecho es eliminar los que había en Barcelona y no ha atendido las nuevas realidades metropolitanas, como la de Tarragona-Reus-Valls. Maragall vinculó otro de los aspectos no desarrollados del Estatut, la descentralización de la Generalitat con las demandas que le formulan, según dijo, una y otra vez sus interlocutores a lo largo y ancho de Cataluña. El Gobierno y Pujol El Gobierno también lanzó ayer el mensaje de que no es favorable "ni ahora ni más adelante" a un cambio en el Estatuto de Autonomía de Cataluña, que, a juicio de su portavoz, Josep Piqué, no sería "oportuno". Piqué explicó que el marco constitucional y estatutario da "mucho margen" para el autogobierno de las comunidades autónomas y que "quedan campos por desarrollar", como, por ejemplo, la corresponsabilidad fiscal que otorga el modelo de financiación autonómica, vigente hasta el 2001. Al mismo tiempo, Piqué reiteró que este debate político "no tiene que ver" con las relaciones de "gobernabilidad".