Las compañías de seguros se niegan a cubrir daños que cause el "efecto 2000"
Las asociaciones de consumidores consideran que la medida es "abusiva"
La mayoría de las compañías de seguros españolas, siguiendo las recomendaciones de la patronal del sector, están incluyendo cláusulas, principalmente en las pólizas suscritas con empresas, que les liberan de cubrir los daños causados por el efecto 2000. El motivo que esgrimen es que si ocurre un siniestro o un accidente es porque "el asegurado no ha tomado suficientes medidas para impedirlo", por lo que el que se tiene que hacer cargo de las consecuencias es él y no el seguro. Los consumidores responden que se están violando sus "derechos al incluir cláusulas abusivas".
La Dirección General de Seguros, organismo oficial que ampara a los asegurados, no tiene todavía "una posición fijada" sobre el conflicto. Los augurios de los informáticos, que llevan meses alertando sobre una parálisis en los países tecnificados cuando los relojes atraviesen la frontera del 31 de diciembre de 1999 y algunos sistemas informáticos crean encontrarse en 1900 en lugar de en el 2000, empiezan a tener consecuencias tangibles para los ciudadanos. Los expertos anuncian que todo tipo de máquinas pueden no saber en qué día vivirán y que las redes informáticas que controlan el suministro del agua, la energía y el resto de los servicios pueden fallar. Y por si acaso aciertan los oráculos, las aseguradoras ya han decidido qué hacer entonces: nada.
Un informe de la empresa informática Compuware sostiene que la mitad de las empresas españolas tendrán problemas por el efecto 2000. La cifra supera los datos de la consultoría Cap Gemini, que, a finales del año pasado, hablaba de una tercera parte. El responsable de comunicación de la aseguradora Catalana de Occidente, Albert Moltó, reconoce que se está incluyendo la cláusula exculpatoria por el efecto 2000 en los contratos comunes, aunque de manera "más específica que en los de las empresas, donde es generalizada".
Demostrarlo
La portavoz de la Confederación Española de Organizaciones de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios (CEACCU), Yolanda Quintana, apunta un camino: "Pueden llegar a decir que no cubren un robo si la alarma no ha saltado debido al efecto 2000, lo que acarrearía una limitación de nuestros derechos". Miguel Ángel Vázquez, de la patronal de aseguradores Unespa, pone otro ejemplo, y lo califica de otra manera: "Imaginemos que el vídeo no funciona en el 2000. Un asegurado puede decidir tirarlo contra el suelo y reclamar al seguro: estaría cometiendo un fraude". Un miembro de Winterthur, José María Trabal, explica otras aplicaciones posibles, aunque insiste en que su compañía no incluye la cláusula a particulares: "Que la nevera, el televisor o el ordenador provoquen un incendio o la rotura de un cristal por una disfunción causada por el efecto 2000". Esta posibilidad, no obstante, plantea dos dificultades: que el efecto 2000 llegue a tanto y que el perito de la compañía pueda demostrarlo.La medida, además de afectar a particulares, repercute en su mayoría en las empresas de los principales sectores económicos. En los ámbitos con más presencia de la electrónica, informática y maquinaria, alguna compañía, como Winterthur, directamente "no se hace cargo de las responsabilidades causadas por el efecto 2000", según reza en una cláusula de sus contratos.
Esto se aplicaría a los fabricantes de programas informáticos y ordenadores, y a los sistemas de control de las empresas aeroportuarias. En el resto de los sectores, según la aseguradora, todo depende de que el cliente "demuestre haber adoptado con la suficiente antelación cuantas medidas fueran necesarias para evitar tales siniestros". Por ejemplo: que los sistemas de seguridad de los edificios fallen y no lean las tarjetas y llaves codificadas; incendios industriales porque los microprocesadores estén bloqueados; que las fechas de producción de fábricas sean papel mojado por codificaciones de fechas equivocadas; que la contabilidad se desordene; que una línea de montaje se detenga...
Las aseguradoras alegan que incluyen la cláusula porque se pone en cuestión "la filosofía del seguro". Miguel Ángel Vázquez explica que asegurar las consecuencias del efecto 2000 sería como asegurar el paso de la niñez a la pubertad: "Un seguro cubre lo accidental, hechos imprevistos, súbitos, y no lo que se sabe que va a ocurrir". El abogado José María Mohedano entiende que "podría considerarse abusiva si la cláusula se incluye en la renovación de la póliza, porque significaría un cambio sustancial del contrato".
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