Lealtades vitivinícolas
Son navarros hasta el tuétano pero no les importaría nada pasar por riojanos. Al menos en su producto: la uva. Curiosamente, el sindicato agrario navarro UAGN está de acuerdo con el paso que han dado, pero el sindicato EHNE-Nafarroa, de inspiración nacionalista vasca, no. Éste reafirma en este asunto su absoluta navarridad. Y es que en esta polémica no se debaten problemas políticos o de identidad, sino una simple cuestión de dinero. La guerra del vino la han abierto trece municipios navarros de Tierra Estella, pertenecientes a la denominación de origen Navarra, que han solicitado su ingreso en la denominación de origen calificada (DOC) Rioja. Se trata de los pueblos de Cárcar, Sesma, Lodosa, Sansol, Espronceda, Los Arcos, Torres del Río, Torralba del Río, Desojo, El Busto, Armañanzas, Funes y Lazagurría. Los viticultores de estas trece localidades productoras de uva quieren cobrar ésta a unas 250 pesetas el kilo, que es lo que puede llegar a pagar la denominación de origen Rioja, en vez de venderla a apenas veinte duros, que es el precio que se paga durante los últimos años en los predios de la denominación Navarra. Casi todos estos municipios son limítrofes con la comunidad de La Rioja y tienen unos costes de producción idénticos a los de otros municipios navarros que ya venden su uva a bodegas riojanas. Esa desventaja ha podido más que la etiqueta de la navarridad de sus caldos y quieren ahora aprovechar una oportunidad que en la década de los años veinte de este siglo muchos rechazaron. "Insolidaridad" Naturalmente, el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Navarra ha acogido con profundo malestar esta decisión, que otros municipios como Cintruénigo también parecen acariciar. Su presidente, Álvaro Marino, la califica de "profundamente insolidaria e injusta". Marino la entiende desde el punto de vista humano: "Hay una raya que te separa de un mundo feliz", pero pide respeto al "profundo compromiso" adquirido con la denominación Navarra y asegura que la calidad emergente del vino navarro "brindará en un futuro precios equiparables a los de Rioja". El propio consejero de Agricultura de la Comunidad Foral, Ignacio Martínez Alfaro (UPN-PP), ha calificado también de "insolidaria" la postura de estos municipios, aunque considera que están legitimados para adoptarla. A su vez, el parlamentario socialista Javier Sánchez Turrillas ha preguntado al Gobierno foral si se ha llegado a plantear la posibilidad de la "incorporación plena" de la producción navarra en la denominación Rioja, a la vista de la creciente demanda del sector. Ángel Erraúl, presidente del sindicato agrícola UAGN, apoya la integración de las viñas navarras en la denominación riojana y pone como ejemplo el amparo que se ha dado a producciones riojanas y aragonesas bajo la denominación de Espárragos de Navarra. Por el contrario, el sindicato nacionalista EHNE-Nafarroa se opone a esa opción al estimar que "supondría la desintegración de la Denominación de origen Navarra". Ignacio Martínez Alfaro ha hecho hincapié en el esfuerzo desplegado en estos años por muchos sectores en la potenciación de la denominación específica de vino de Navarra que, con parámetros de alta calidad, ha alcanzado un reconocido renombre nacional e internacional avalado por abundantes premios a sus vinos tintos, blancos y rosados. "Si esos pueblos vendieran a La Rioja el problema seguiría existiendo, porque el efecto muga se trasladaría a otras localidades", reflexiona el consejero de Agricultura. "Yo creo que hay que darse cuenta de que en el sector vitivinícola no sólo participan los productores sino también las empresas industriales, el consejo regulador y la propia Administración con la firme voluntad de seguir mejorando la calidad de la denominación navarra", añade Martínez Alfaro. Sin embargo, los productores afectados lo tiene muy claro. "La uva con denominación Rioja puede pagarse este año hasta a unas 250 pesetas el kilo", indica un agricultor de Azagra, "mientras que la que se vende a la denominación navarra calculamos que se pagará a unas noventa como mucho. Y todos tenemos los mismos costos de producción y la misma calidad de las uvas", añade. Buena acogida El Consejo Regulador de la DOC Rioja ha acogido con "satisfacción" el deseo de las localidades navarras, según ha señalado Ángel de Jaime Baró, aunque reconoce que aún no ha tratado el asunto. Y también algunas grandes bodegas de la comunidad vecina. En sus cálculos está que la disposición de una mayor producción de uva ayude a moderar los astronómicos precios que ha alcanzado en La Rioja, porque ahora sus vinos están teniendo una salida excelente, pero no se sabe que pasará en el futuro. Al abarcar viñas de La Rioja, Álava y Navarra, y en caso de que el Consejo aceptase las solicitudes, la modificación del área geográfica de la denominación debería adoptarla definitivamente el Ministerio de Agricultura, del que depende finalmente el control de esta denominación de origen.
Otros ocho en Rioja
Azagra es una de las seis localidades navarras que desde 1927 están integradas en la Denominación de Origen Rioja y sus viticultores consideran que si ésta acepta la integración de otros trece municipios "el precio de la uva bajará". Junto a Azagra entraron en la denominación Rioja, Mendavia, Sartaguda, San Adrián, Andosilla y Viana. Los pueblos de Aras y Bargota se incorporaron a la misma hace seis años. Entre todas ellas suman 4.500 hectáreas de viñedos con una producción de treinta millones de kilos anuales. La Denominación de Origen Navarra engloba actualmente a 125 municipios de cinco áreas geográficas dispersas, que cultivan 13.171 hectáreas y recogieron en la última campaña 79,5 millones de kilos de uva, con un 15% de aumento en las ventas de vino embotellado y una calidad que los servicios técnicos del Consejo aventuran que será "extraordinaria". Su Consejo Regulador nació en 1935, aunque no se formalizó hasta 1958. Hoy en día es el único de España que tiene personalidad jurídica propia.
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