Denuncia contra Bellvitge por negarse a firmar una defunción
La familia de María Alonso Redondo, una mujer de 74 años que murió el pasado sábado en el hospital de Bellvitge después de esperar cuatro horas y media a ser atendida, ha denunciado al centro porque éste se negó a firmar el acta de defunción. Con la denuncia, los familiares de la fallecida intentan que sea el juez quien designe a un forense que practique la autopsia y así obtener el certificado de defunción para enterrar a la anciana. María Alonso ingresó en el hospital aquejada de calambres en las extremidades, opresión en el pecho, pérdida de conocimiento y relajación del esfínter según explicaron sus familiares, y de malestar general de acuerdo con la versión del hospital. Los médicos descartaron una intervención inmediata. Cuando la mujer entró en la sala de exploración sufrió una parada cardiorrespiratoria y falleció. Fuentes del hospital explicaron ayer que dado que la muerte de la paciente fue repentina y no prevista, "lo habitual en estos casos es realizar una necropsia para esclarecer las causas naturales de la muerte", y aseguran que la familia de María Alonso no quiso que la necropsia se practicara en el hospital, "por lo que este procedimiento se hizo por la vía judicial".