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El Ejército no podrá cubrir todas las plazas de tropa profesional por falta de candidatos

Miguel González

El Ejército no podrá cubrir las 5.800 plazas de tropa y marinería profesional convocadas en enero pasado por falta de candidatos suficientes. Las 12.538 solicitudes presentadas suponen 2,16 por puesto, la proporción más baja desde que en 1993 se inició la recluta de tropa profesional. Pero las peticiones no se reparten de modo uniforme: mientras la Fuerza Aérea cuenta con 16 solicitudes por puesto y la Armada con 3,49, el Ejército de Tierra sólo ha recibido 1,87. La falta de aspirantes puede poner en riesgo la profesionalización de las Fuerzas Armadas, según el PSOE.

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Las 5.800 plazas convocadas no podrán cubrirse con la cifra de aspirantes que se ha presentado, según las fuentes consultadas. En torno al 25% de los candidatos quedan eliminados en el examen de cultura general, el test psicotécnico, las pruebas físicas y el reconocimiento médico. O no firman el compromiso al término del período de instrucción. Además, aunque se utiliza a efectos estadísticos la proporción de aspirantes por plaza, se trata de un dato orientativo, pues muchos aprobados renuncian a enrolarse si no se les concede el destino concreto que han pedido, normalmente en su localidad de residencia.Ya en anteriores convocatorias quedaron plazas vacantes, pero normalmente no pasaron del 10% y en esta ocasión podrían llegar hasta el 40%, al menos en el Ejército de Tierra. En términos relativos, la proporción de candidatos es la peor que se ha producido nunca y, en cifras absolutas, la menor desde 1995, con excepción de la segunda convocatoria de 1997.

Este resultado se produce tras una intensa campaña de publicidad, iniciada el pasado junio, en la que el Ministerio de Defensa ha invertido 1.600 millones de pesetas. Además, este año es clave para que el Gobierno pueda cumplir su objetivo de suprimir el servicio militar obligatorio antes del 31 de diciembre del 2002. Su cumplimiento requiere la contratación de 17.500 nuevos soldados profesionales, 5.000 más que en 1998. Para ello se propone realizar cuatro convocatorias, una más de lo habitual, lo que supondrá un aumento en el porcentaje de repetidores.

Pregunta a Serra

El portavoz del PSOE en la Comisión de Defensa, Pedro Moya, expresó ayer su "alarma" y "seria preocupación" por el mal resultado de la convocatoria. "Si se mantiene la tendencia decreciente en el número de aspirantes, pudiera ponerse en riesgo el proceso de profesionalización de las Fuerzas Armadas", afirmó. "Incluso si se consiguieran cubrir las plazas, podemos tener serios problemas de calidad del personal, ya que la falta de candidatos suficientes para efectuar una buena selección podría llevar a admitir a personas cuyo talante no es el más adecuado para la profesión militar", agregó. El Grupo Socialista presentó ayer una pregunta urgente al ministro de Defensa, Eduardo Serra, para que informe en el Congreso sobre las razones que explican esta situación. A juicio de Moya, lo sucedido "obedece, al margen de las propias dificultades del proceso, a un problema de gestión. Algo está fallando para que se produzcan estos datos y más cuando coinciden con una campaña publicitaria que el Gobierno había presentado como decisiva para estimular la presentación de aspirantes", concluyó.

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El Ministerio de Defensa difundió el miércoles por la tarde una nota en la que reconocía que "la cifra es algo inferior a la de anteriores convocatorias". No obstante, agregaba que "conviene contemplar los altibajos con naturalidad y con perspectiva a medio plazo". La nota citaba dos motivos para justificar el escaso eco de la oferta de empleo: por primera vez se ha hecho una convocatoria adicional en enero "y, además, los solicitantes han tenido que cumplir un nuevo trámite administrativo que dificultaba grandemente la llegada de solicitudes".

Dicho trámite administrativo, que no se ha estrenado ahora sino en marzo del año pasado, consiste en el pago de 1.500 pesetas en concepto de derechos de examen. Hacienda impuso a Defensa el pago de esta tasa en la Ley de Acompañamiento de los Presupuestos de 1997, a pesar de que ya entonces podía preverse que los beneficios económicos serían mínimos, mientras que el nuevo trámite podría desanimar a muchos jóvenes de presentarse. Pese a ello, Defensa consiguió acabar el año 1998 con 3,07 solicitudes por plaza, la proporción mínima necesaria para efectuar una selección, según ha declarado el propio ministro Eduardo Serra. En parte, lo logró gracias al fuerte aumento de la afluencia de mujeres. Ahora, aunque se han presentado 2.569, el 20% del total, no ha bastado para paliar la caída de aspirantes masculinos.

En comparación con cualquier otra oferta de empleo público, el eco de las convocatorias de tropa profesional es bajísimo. Aunque también la Guardia Civil ha registrado una fuerte reducción de las solicitudes para ingresar en el Escala Básica de Cabos y Guardias, que han pasado de 12.027 a 8.077 en los tres últimos años, el hecho de que las plazas ofertadas sean muchas menos, entre 970 y 1.370 anuales, le permite mantener una proporción de más de seis aspirantes por puesto.

El plazo de presentación de instancias para la tropa profesional concluyó el pasado 4 de febrero, pero la difusión oficial de los datos se demoró hasta el día 10, en la esperanza, no fundada, de que las solicitudes remitidas por correo mejorarían sustancialmente el resultado. Defensa ha convocado una nueva campaña publicitaria para captar soldados por un importe aún mayor que la anterior: 1.950 millones de pesetas.

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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