Ayuda al desarrollo

El último informe del Comité de Ayuda al Desarrollo, organismo de la OCDE, muestra que la ayuda oficial de los países ricos a los pobres ha caído a niveles históricos. Se trata de una tendencia que debe ser corregida. (...) Los países ricos deben ser generosos con los países en desarrollo cuyas instituciones puedan estimular el crecimiento y reducir la pobreza.

La ayuda al desarrollo ha descendido un 20% en términos reales desde 1992. (...) Si a esto se añade el decreciente flujo de capitales hacia los países pobres —en el contexto de la crisis de los mercados emergentes—, y los cambios que han afectado negativamente al comercio de éstos por la bajada de precios de las materias primas, resulta claro que su desarrollo económico y social se pone cada vez más cuesta arriba.

La menguante ayuda es reflejo del fin de la guerra fría y de los recortes del déficit público en las economías avanzadas. También es reflejo de que la ayuda no se ha repartido con todo éxito. Sumas elevadas en concepto de ayuda o crédito se han malgastado en los países pobres, víctimas de Gobiernos corruptos, conflictos o instituciones incompetentes. (...) Un primer paso importante en esos países incapaces de asimilar la ayuda económica sería darles asistencia técnica y asesoramiento para reformar sus instituciones. (...) Crecer es la mejor manera de reducir la pobreza. Los países ricos tienen la obligación de incrementar la ayuda. (...) Y el primer paso debería ser el alivio de la deuda externa de aquellos que, aun fuertemente endeudados, se comprometan a reformarse.

Londres, 10 de febrero