_
_
_
_

Rusia, en bancarrota

(...) Con Borís Yeltsin nuevamente apartado por la enfermedad, Rusia se ve sin presidente y sin rumbo. La federación amenaza con romperse, no hay un verdadero líder no hay guía moral alguna ni esperanza tangible de que las cosas vayan a mejorar a corto plazo. (...) Quienes siguen creyendo que hay que dar más dinero a Rusia apuntan que una Rusia en bancarrota se convertiría en un proscrito de la economía, carente de todo estímulo para cooperar en diversos asuntos políticos y económicos. Volvería la espalda a la democracia, amedrentaría impunemente a sus vecinos y se precipitaría en la nostalgia del comunismo o en el fascismo eslavófilo. ¿Son las cosas realmente así? El beneficio de la duda que una y otra vez ha aplicado Occidente a Rusia en diversos asuntos, como el cumplimiento de las condiciones del FMI, la lucha contra la corrupción, la venta de tecnología nuclear y los conflictos de Kosovo o Irak, ha dado muy pocos frutos. ¿Por qué habrían de cambiar las cosas ahora? Después de todo, el primer ministro, Yevgueni Primakov, es un maestro en el arte de tranquilizar a Occidente con las buenas intenciones de Rusia, y a continuación instigar a sus enemigos.

Y no es que Occidente deba abandonar a Rusia para siempre. Rusia sigue siendo el escenario de magníficas oportunidades. Una vez que haya empezado a crear un marco financiero operativo, a tener un sistema fiscal, unas leyes que sean respetadas y cumplidas y, sobre todo, un mínimo de honradez en la negociación pública y privada, el interés occidental resurgirá. (...)

5 de febrero

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_