El Campo Volantín bilbaíno recuperará en junio su estado original tras dos años de obras

El Gobierno central iniciará este año la limpieza de la ría de Bilbao y de cuatro afluentes, un proyecto que costará 3.000 millones de pesetas. La Unión Europea sufragará gran parte de la inversión, un total de 2.500 millones, según anunció ayer en la capital vizcañina el delegado del Gobierno en el País Vasco, Enrique Villar, al presentar la primera fase del proyecto. Las siguientes deberán desarrollarse a lo largo del siglo XXI, dijo Villar.

La avenida del Campo Volantín, que circula en paralelo a la ría de Bilbao, recuperará el tráfico en las dos direcciones a finales de junio tras dos año y medio de trabajos. La construcción de uno de los interceptores para recoger las aguas residuales de Bilbao obligó a cerrar uno de los carriles de circulación de vehículos. Esta calle tiene un gran tránsito de vehículos procedentes del barrio de Deusto que quieren desplazarse al consistorio y al casco viejo bilbaíno y durante estos dos año se ha requerido el desvío por una calle interior. El Consorcio de Aguas Bilbao-Bizkaia, que ejecuta el plan de saneamiento de todo el área metropolitana, tiene previsto ejecutar este mes la pavimentación de la superficie cerrada al tráfico y para finales de marzo completaría los trabajos en zonas peatonales y de jardínes afectadas. El plan previsto establece que el tráfico se restituirá a la situación anterior a finales de junio tanto en el Campo Volantín como en la plaza ubicada frente al Ayuntamiento bilbaíno, afectada también actualmente por las obras de saneamiento. La construcción del interceptor de saneamiento en el tramo entre la Universidad de Deusto y el Arenal bilbaíno ha supuesto una inversión de casi 1.900 millones de pesetas, en unas obras con un plazo de ejecución de 30 meses. La infraestructura servirá para recoger las aguas fecales de casi 52.700 vecinos de Bilbao. Además, por este tramo circulará el caudal procedente de viviendas e industrias pertenecientes a la zona alta de Bilbao y a los municipios de Etxebarri, Basauri, Galdakao, Arrigorriaga, Zaratamo y Miravalles. Por otro lado, el Puerto de Bilbao anunció ayer que invertirá este año un total de 5.800 millones en las obras de ampliación del Abra exterior y mejora de sus instalaciones. La mayor parte de esta cantidad se destinará a la continuación de las obras del muelle 2, que proporcionará una línea de atraque de 500 metros, y al muelle de la zona industrial, que ganará al mar una superficie de 200.000 metros cuadrados. Su presidente, José Ángel Corres, confirmó que el pasado año la facturación alcanzó los 8.011 millones, un 19% más que en 1997.