Tráfico propone cambios drásticos en la circulación en el centro de Vitoria
El departamento municipal de Tráfico ha propuesto cortar varias calles del centro de Vitoria para incentivar el transporte público. El drástico plan se someterá a debate este mes y pide aumentar en un 40% los 868 millones que el Ayuntamiento aporta a la empresa de autobuses urbanos. Pese a todo, se mantienen los obstáculos para este transporte en la ciudad. Las últimas calles reformadas en la capital alavesa dificultan el paso a los autobuses, a pesar de que un informe previo avisó de los problemas.
La propuesta de Tráfico tiene su origen en un estudio encargado hace un año para comprobar el estado del transporte urbano. El informe constató que Vitoria es una de las ciudades donde menor velocidad media alcanzan los autobuses. Este hecho afecta a la frecuencia, el tiempo de viaje y la puntualidad. La empresa que lo redactó hizo una serie de propuestas, que ahora ha pulido el departamento municipal de Tráfico, dirigido por el concejal José Echeandía (PNV). El plan, que se remitirá a los grupos municipales, pretende impedir el tráfico de automóviles en la calle General Álava (perpendicular a Dato) y convertirla en una vía de doble sentido exclusiva para el transporte público. Además, apuesta por cerrar al paso a los vehículos en la plaza de la Virgen Blanca. En su conjunto, esto supondría reducir unas 45 plazas de estacionamiento. El documento admite que la medida puede resultar "contundente", ya que cortaría dos de los cuatro ejes que atraviesan el centro de la ciudad. Así que, propone otras alternativas "de transición". Una de ellas, permitiría circular a los vehículos por la Virgen Blanca. La otra incluye dedicar esa vía al transporte urbano en exclusiva y que General Álava la compartan, como ocurre ahora, autobuses y coches particulares. Además de estos cambios drásticos, también se proponen otras modificaciones menores en calles muy transitadas, como Francia y Portal de Foronda (la entrada desde Altube). Los estudios realizados aconsejan cambiar las líneas de autobuses urbanos y también las frecuencias. Para materializar la propuesta habría que introducir novedades en la empresa municipal de urbanos, Tuvisa. Requiere aumentar la flota actual de 48 autobuses hasta 62 (nueve normales y cinco articulados). Además, se pide ampliar la plantilla en 51 conductores. La aportación del Ayuntamiento debería pasar de los 868 millones previstos para este año a 1.222, esto es, un 40% más. Esta apuesta por los autobuses contrasta con las dificultades que se les presentan tras las últimas reformas en las calles de la ciudad. Según desveló ayer Echeandía, Tráfico avisó al concejal de Vía Pública, José Antonio Pizarro (UA), de los problemas que podían surgir al ampliar las aceras de ciertas calles. Los proyectos, no obstante, se realizaron sin tener en cuenta esa advertencia. Pizarro anunció ayer que se corregirán las deficiencias.
El Ayuntamiento censura al arquitecto de Mendizorroza y paraliza las obras
Ante los reiterados retrasos en la reforma del campo de Mendizorroza, el Ayuntamiento de Vitoria ha decidido aumir la responsabilidad exclusiva de lo que allí ocurra de ahora en adelante. El departamento de Urbanismo, con el concejal Álvaro Iturritxa (PNV) a la cabeza, ha decidido retirar de la dirección de la obra al arquitecto que realizó el proyecto, el sevillano Joaquín Becerra. Además, realizará un estudio para aclarar cuánto dinero se ha gastado del presupuesto dedicado a la obra (1.200 millones de pesetas) por parte de la Administración, así como para calcular el coste y el tiempo necesarios para terminar la reforma. El Ayuntamiento asumió desde el principio la imposición del Alavés para que Becerra, arquitecto de la Liga de Fútbol Profesional, realizara todo el proyecto. El club aportará unos 500 millones. Sin embargo, la obra ha sufrido continuos retrasos y modificaciones en sus proyectos. De hecho, la primera fecha dada para su finalización se fijó en el 26 de septiembre pasado. Aún no se han terminado las cubiertas y queda por construir toda la infraestructura interna del campo (vestuarios, palcos, pista de atletismo cubierta, oficinas...). Ante tantos problemas, el Ayuntamiento ha defendido la "correcta" actuación de la empresa adjudicataria, Bikani, pero ha apartado al autor del proyecto y lo ha sustituido por la arquitecta municipal Raquel Gómez. Aparte de los problemas, el césped también debe cambiarse porque no ha quedado bien implantado.
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