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El Gobierno del Ulster pide observadores internacionales para atajar el terrorismo

El primer ministro del Ulster, David Trimble, comunicó ayer a Tony Blair, primer ministro británico, que ha pedido a varias organizaciones internacionales defensoras de los derechos humanos el envío de observadores para que ayuden a controlar la guerra de baja intensidad entre católicos y protestantes. Una de ellas, Amnistía Internacional, ya ha respondido afirmativamente y Blair le dijo a Trimble que "es una idea que merece la pena considerar". El primer ministro laborista insistió ayer ante la Cámara de los Comunes en que el plan de paz para el Ulster no debe frenarse.

Trimble, dirigente máximo del Partido Unionista del Ulster (UUP), ya ha escrito una carta a Amnistía Internacional y a la organización Human Rights Watch de Nueva York (EEUU) sugiriéndoles que envíen equipos de observadores al Ulster. Amnistía Internacional ya anunció anoche que aceptaba la propuesta, particularmente en vista del alarmante incremento de los castigos, eufemismo que emplean los matones de ambos bandos para describir la ola de mutilaciones, palizas y el espantoso sistema punitivo de destrozar rodillas a balazos. El portavoz de Tony Blair insistió anoche en que "la petición específica a Amnistía Internacional no debe ser desestimada". La preocupación del máximo responsable en el Ulster se confirmará esta noche en el Channel 4 de la televisión británica, que va a difundir un documental cuya principal tesis es que disidentes del Ejército Republicano Irlandés (IRA) -los elementos del llamado IRA-Continuidad (CIRA)- están planeando despedazar el proceso de paz.

Un adelanto obtenido en Belfast incluye un vídeo de cinco minutos realizado por el CIRA y que muestra a varios enmascarados con fusiles de asalto AK47, granadas y un equipo de radio. La innovación de este vídeo es que muestra un potente lanzagranadas M-79, cuyos proyectiles de 40 milímetros tienen un alcance de medio kilómetro. En estos momentos, eso asusta indudablemente a las fuerzas de seguridad.

A esta desafiante manifestación contra el pacto de paz firmado el año pasado y que es conocido como el Acuerdo de Viernes Santo, se sumó intempestivamente anoche un informe según el cual los temibles paramilitares probritánicos protestantes de las llamadas Fuerzas Voluntarias del Ulster (UVF) están reforzando su arsenal. Según dicho informe, los pistoleros de las UVF admiten haber recibido un considerable lote de armas que incluye un cañon calibre 66 milímeteros capaz de penetrar el blindaje de un tanque.

El Gobierno de Belfast

El primer ministro británico, Tony Blair, recibió en Londres a David Trimble para discutir fórmulas de solución ante los obstáculos que amenazan aplazar la formación de un Gobierno en Irlanda del Norte hacia finales de este mes. Luego, ante la Cámara de los Comunes, Blair se vió bajo el asalto de la oposición conservadora, que exige un freno a la política de liberación de prisioneros protestantes y católicos en el Ulster ante la evidente parálisis de la campaña de desarme encomendada a una comisión internacional presidida por el general canadiense John de Chastelain. "La mejor manera para que hagamos avanzar el proceso de paz es poner en práctica todos los acuerdos de Viernes Santo. Hemos hecho grandes avances y espero que ambas Cámaras del Parlamento puedan lograr aún más", dijo Blair ante la oposición. Mientras Blair defendía su tésis de que la reconciliación en Irlanda del Norte demanda la liberación de presos, su contraparte irlandés, el primer ministro Bertie Ahern, sostenía en Dublín conversaciones de emergencia con la ministra británica para Irlanda del Norte, Mo Mowlam. Una vez más, Mowlam declaró que la situación, por sombría que se perfile, exige más que nunca esfuerzos para llegar a la paz.

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El pasado mes de enero fue uno de los más feroces en el último año. Al menos cuarenta personas terminaron en hospitales, víctimas de palizas y disparos. En un hospital de Belfast, anoche yacía un protestante atacado por correligionarios. Tenía un disparo en el pie. En otro centro de Fermanagh convalecía un católico que fue atacado por una pandilla de nacionalistas que le golpeó repetidamente antes de dispararle un tiro en el abdómen.

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