El Museo Thyssen propone una "nueva mirada" sobre la pintura de El Greco

Uno de los proyectos más ambiciosos del Museo Thyssen-Bornemisza, de Madrid (paseo del Prado, 8), la revisión de la pintura de Doménico Theotocopulos, El Greco (1541-1614), a partir de los últimos estudios, se inauguró ayer con la presencia de los Reyes. Para el director del museo, Tomás Llorens, las aportaciones sobre el pintor requieren "una nueva mirada". El montaje, con 70 obras -25 nunca vistas en Madrid-, inicia un recorrido que seguirá por Roma y Atenas, como si el artista, presentado como un ciudadano europeo, volviera a sus orígenes.

El comisario general de la exposición, José Álvarez Lopera, de la Universidad Complutense de Madrid, terminó su intervención en lágrimas, tras acumular emoción y vasos de agua, al presentar el trabajo de ocho meses, con numerosas novedades sobre El Greco, sobre todo la presencia de la obra realizada en Creta e Italia, antes de su llegada a España, en 1577. La muestra, patrocinada por Barclays, estará en Madrid hasta el 16 de mayo, para seguir en junio en el Palacio de Exposiciones de Roma y en octubre en la Pinacoteca Nacional de Atenas. Los directores de estos centros, Renato Nicolini y Marina Lambraki, respectivamente, identificaron la figura de El Greco como un ciudadano de Europa, por la pluralidad de las patrias del artista, la propia identidad y los cambios culturales.

El Greco. Identidad y transformación es el título de la exposición, que reúne 70 cuadros, de los cuales 25 no han sido vistos en Madrid en este siglo (como las obras pintadas en Italia) y 12 no han figurado en las exposiciones del pintor. Una referencia expositiva es la celebrada en 1982, El Greco de Toledo,organizada por el Prado, la National Gallery de Washington y los museos de Toledo y Dallas. En el vestíbulo del Thyssen-Bornemisza se han colgado, por su tamaño, El martirio de san Mauricio y la legión tebana, prestado por Patrimonio Nacional, que no había salido nunca de El Escorial, y la Adoración de los pastores, procedente de Bucarest. En las salas temporales se han situado los demás cuadros, con un pórtico dedicado a la pintura cretense del siglo XVI, una serie de iconos bizantinos, algunos anónimos, de la misma época del pintor. La exposición, según el comisario José Álvarez Lopera, quiere hacer visibles las señas de identidad de la carrera del artista y el proceso de transformación de un autor que es "una isla en la pintura occidental, el único pintor formado en un lenguaje que es capaz de aprender otro y transformarlo, sólo comparable a Picasso". El montaje sigue con las etapas cretense e italiana, nunca vistas en España, hechas con modelos bizantinos. La primera tabla es La dormición de la Virgen, antes de 1567, que por figurar en una iglesia de Ermoupolis (Syros) sólo se expondrá en Madrid durante diez días. También figuran el tríptico de Ferrara y el tríptico de Módena, que por primera vez se atribuye a El Greco.

En otros espacios se han colocado tres versiones distintas de temas como la Anunciación, la Adoración de los pastores y la Magdalena, para analizar las transformaciones del pintor. "En la muestra hay cultura de espectáculo, pero también razonamientos científicos", dice el comisario. Destaca la recuperación de obras tras su restauración, con las sorpresas del San Francisco del Museo Lázaro Galdiano y el San Francisco de Monforte de Lemos, "arrinconado durante 400 años", o el Santiago el Menor del Prado pero no expuesto.

Tomás Llorens propuso una "nueva mirada" sobre el pintor que fue "ignorado y marginado durante tres siglos hasta su recuperación en el XIX y sobre todo en el XX". Anunció que a finales de febrero se incorporarán al montaje el San Francisco de Monforte de Lemos, todavía en restauración, y La expulsión de los mercaderes, que se expone ahora en la Fundación Central Hispano de Madrid.

A la inauguración de la muestra asistieron, entre otras personalidades, los ministros de Cultura de España, Grecia e Italia, Mariano Rajoy, Evangelos Venizelos y Giovanna Melandri; los ministros de Asuntos Exteriores, Abel Matutes, y Defensa, Eduardo Serra, y el presidente del Consejo de Estado, Íñigo Cavero.