Asociaciones de la tercera edad acusan a Comas de falsear las listas de espera para los geriátricos

Varias asociaciones de la tercera edad han puesto en entredicho las cifras que maneja el Departamento de Bienestar Social sobre el número de ancianos que están en lista de espera para entrar en un geriátrico público de Barcelona. Según un informe del Instituto Catalán de Asistencia y Servicios Sociales (ICASS), el déficit actual de plazas se eleva a 250. Hace una semana Bienestar Social situaba esta cifra en 199. Algunos colectivos califican de "falsas" las listas de espera que ofrece el consejero Antoni Comas y critican la descoordinación de las administraciones a la hora de solucionar el problema.

El Departamento de Bienestar Social ha ofrecido varias cifras en los últimos meses sobre las listas de espera de los geriátricos públicos. La última documentación facilitada por el consejero Antoni Comas en el Parlament aseguraba que en la comarca del Barcelonès había en mayo 601 ancianos a la espera de ingresar en una residencia pública. La semana pasada esta cifra se situaba en 199 en la ciudad de Barcelona. Sin embargo, el informe del ICASS remitido hace cuatro días a las asociaciones de la tercera edad que participan en el Consell de la Gent Gran -órgano consultivo de la Generalitat- asegura que son 250 los ancianos de Barcelona con necesidad urgente de entrar en un geriátrico y a los que la Generalitat todavía no ha podido proporcionarles plaza. Ante este baile de cifras, las asociaciones aseguran que no dan crédito a los datos de las listas de espera. El más contundente es Luis Fernández, representante en el Consell de la Gent Gran por parte de la Federación de Jubilados y Pensionistas del sindicato Comisiones Obreras: "No nos creemos las listas que da Bienestar Social, estamos convencidos de que son falsas". Un problema de baremos Por su parte, Juan Manuel Velasco, presidente de la Coordinadora de Jubilados y Pensionistas de Cataluña y también miembro del consejo asesor, añade: "Los datos no pueden ser ciertos porque no se tiene en cuenta a todas las personas que vemos que realmente necesitan entrar en una residencia y no pueden". Velasco sería partidario de incluir en este capítulo a los ancianos que ocupan plazas socio-sanitarias en los hospitales cuando deberían estar en una residencia, "donde estarían mejor atendidos y resultarían más baratos para la Administración", apunta. Salud Camps, directora de la asociación Amics de la Gent Gran, cuyos 600 voluntarios atienden a domicilio a ancianos que lo necesitan, asegura que no hay suficientes recursos para cubrir las necesidades reales de las personas de edad que ya no pueden vivir solas en casa. "Yo no sé cuáles son las auténticas cifras de las listas de espera, pero lo que está claro es que nosotros atendemos a ancianos que se encuentran en una situación muy precaria y que deberían estar en una residencia". Todas las asociaciones consultadas opinan que los baremos del Departamento de Bienestar Social para conceder plaza en una residencia son muy restrictivos. "Has de ser pobre como una rata y estar casi muerto", explica Salud Camps. Los colectivos de la tercera edad aseguran estar perplejos ante la discusión que mantienen la Generalitat y el Ayuntamiento sobre quién es el responsable de que en Barcelona no haya suficientes geriátricos para las necesidades de la ciudad. Luis Fernández asegura que en la última reunión del Consell de la Gent Gran mostró su indignación al director del ICASS, Víctor Bayarri. "Los políticos se están pasando la pelota y aquí nadie hace lo que hay que hacer", dice. Juan Manuel Velasco, de la Coordinadora de Jubilados, afirma: "Éste es un tema del que hablamos mucho entre nosotros y lo tenemos muy claro: no podemos admitir que no se haya hecho nada por falta de coordinación institucional".