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Alumnos del conservatorio de Sevilla, sin clase por el mal estado de las aulas

Los alumnos del Conservatorio Superior de Música Manuel Castillo, de Sevilla, siguen con problemas. En esta ocasión les ha tocado protestar a los que estudian percusión. Una de las dos aulas que tienen asignadas se ha cerrado por las malas condiciones de la sala y los compañeros de la otra clase, en solidaridad, han decidido suspender también sus estudios. Hoy martes tocarán en los pasillos del edificio como protesta por la falta de un espacio adecuado y por la solución que les dan: ninguna.

Alrededor de 80 alumnos de percusión del Conservatorio Superior Manuel Castillo, de Sevilla, han tomado la decisión de no asistir a clase tras el cierre de una de las aulas por las malas condiciones de la sala. Desde el pasado jueves, los instrumentos más ruidosos del centro han dejado de sonar pero el próximo martes volverán a hacerlo. "Nos reuniremos en el pasillo, de donde salen todas las aulas y tocaremos allí como medida de protesta", explica Olalla Ruiz Martínez, una de las alumnas afectadas. Ruiz cuenta que las lluvias del invierno pasado se filtraron en el techo de las dos aulas que se agrietó y se llenó de moho. Entonces el agua caía a chorros y hubo que utilizar cubos. Así sigue hoy y ahora es la pintura la que se va descascarillando y cae sobre los alumnos mientras tocan en un ambiente húmedo, oscuro y con unas condiciones acústicas lamentables. "Dijeron que lo arreglarían el verano pasado pero sólo insonorizaron el aula grande con unos corchos que ahora están abombados". Tocar un tambor en el aula pequeña produce tal estruendo que es imposible aguantar todo un día sin protegerse los oídos. Ruiz relata también las pésimas condiciones de este aula, un cuarto incluido en la sala grande, cuyas únicas salidas al exterior son unos ventanucos. "Si hay un incendio no podríamos salir de ahí y estos instrumentos y los corchos de la pared pueden quemarse con facilidad". Ese aula se cerró el pasado jueves y los alumnos de la sala grande, en solidaridad con sus compañeros, decidieron no asistir a clase. "El director del centro, en lugar de darnos una solución, nos ha dicho que la busquemos nosotros". También se ha hablado de un posible traslado a otro edificio en una calle contigua pero los estudiantes ven muy dificultoso mover de un lado para otro instrumentos tan grandes como son los de percusión. "Les propusimos que trasladaran allí a los que estudian instrumentos más pequeños pero nos han dicho que eso es imposible". Los profesores de percusión están desesperados, mitad por el desconcierto de no saber qué solución se va a adoptar, mitad porque ya han esperado mucho tiempo con estos problemas y las promesas de la administración han perdido para ellos toda la credibilidad. Una visita rápida por la azotea del edificio de la calle Jesús del Gran Poder despeja todas las dudas que pudiera hacer sobre las reiteradas protestas de estudiantes y profesores del conservatorio. Clases sin calefacción, cabinas de estudio que más bien parecen celdas austeras para reflexión de los religiosos, instrumentos que se apoyan a la pared para no caerse de puro viejos. Unos números más allá, en la misma calle, otro edificio alberga más aulas del conservatorio pero las condiciones son las mismas o peores. Del garaje en el ángulo oscuro, de su dueño tal vez olvidada... A los versos de Bécquer recuerda la marimba que hay en el garaje, otra de las salas de estudio del edificio, junto a dos coches y un sinfín de cajas apiladas. Por supuesto sin calefacción. El atril que sujeta las partituras está colgado del somier de una cama. Los últimos cursos en el conservatorio han estado jalonados de protestas estudiantiles por el deterioro del edificio. No es la primera vez que estos alumnos tocan en las calles como protesta. El antiguo Cuartel del Carmen estará preparado para el curso 2000 y allí se trasladarán los estudios superiores de música. Mientras, siguen las protestas porque los alumnos no acaban de creerse que el problema se solucione alguna vez: "También dijeron que el cuartel estaría listo en 1998".

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