Preocupación de la UE por la falta de control en la gestión de las ayudas a los palestinos

La Unión Europea (UE) se encuentra preocupada por la falta de transparencia con que la Autoridad Nacional Palestina (ANP) gestiona las ayudas económicas que recibe de la comunidad internacional. Estas inquietudes serán planteadas con toda firmeza en el transcurso de la reunión que los países donantes europeos celebrarán con los responsables palestinos en Francfort, el próximo 4 de febrero, en un intento de coordinar las ayudas. La preocupación no se extiende a las ayudas destinadas a proyectos conjuntos, en los que el control está garantizado por los expertos.

Las acusaciones de nepotismo y corrupción vertidas contra la ANP, confirmadas además por una investigación interna efectuada por la propia Administración palestina hace más de un año, están provocando la intranquilidad de la Comisión Europea, quien ha enviado en los últimos meses diversos mensajes al Gobierno de Yasir Arafat, reclamándole transparencia y nitidez con respecto a sus cuentas. La UE ha transferido en los tres últimos años a la Administración palestina una ayuda total de 195 millones de euros (unos 32.500 millones de pesetas), bastante menos que la ayuda de 320 millones de euros prevista en principio y que quedó recortada por dificultades presupuestarias de la UE.

La preocupación europea se refiere a las subvenciones de tipo político global, otorgadas directamente al presupuesto palestino, y no a las ligadas a los proyectos concretos de colaboración, ya que el destino y la aplicación de estas últimas aportaciones son estrechamente vigiladas por los expertos, según se aseguraba ayer en fuentes próximas a la Comisión.

La Comisión Europea tiene la intención de hacer un llamamiento serio y formal a palestinos e israelíes en la cumbre que los países donantes celebrarán en Francfort el próximo jueves, y a la que presumiblemente asistirá el propio Arafat, según aseguraron ayer a EL PAÍS fuentes de la Comisión.

Las citadas fuentes recalcaron que esta llamada al orden, en forma de ultimátum, no conllevará la congelación de las ayudas de la Unión Europea a los palestinos, como se aseguraba ayer en la prensa israelí, citando fuentes próximas al vicepresidente de la Comisión Manuel Marín, encargado de las relaciones con los países mediterráneos.

"La Comisión Europea no tiene ninguna intención de suspender o congelar la asistencia al pueblo palestino", confirmaba ayer el representante de la UE en los territorios autónomos, Thierry Bechet, desmintiendo las informaciones interesadas vertidas por la prensa local israelí, en vísperas de la cumbre de Francfort.

La reapertura de la polémica en torno a la corrupción palestina coincide además con el inicio de un viaje de cinco días del presidente Yasir Arafat por diferentes países de Europa, a los que piensa pedir apoyo financiero y político para poder continuar con el maltrecho proceso de paz. Este periplo finalizará el 3 de febrero en EEUU, donde Arafat tiene previsto reunirse con el presidente estadounidense, Bill Clinton, lo que significará el primer encuentro de los dos estadistas desde la firma, el pasado mes de noviembre, de los acuerdos de Wye Plantation.

La primera escala de Arafat fue Davos, Suiza, donde llegó ayer al mediodía para asistir a la celebración del 29º Forum Económico Internacional, ante el cual reiteró solemnemente su decisión de proclamar un Estado palestino el próximo 4 de mayo. "Se trata de una fecha sagrada. No es una fecha palestina. Es una fecha internacional", aseguró Arafat.