El jefe de la misión de la OSCE en Kosovo dice que Milosevic aceptará hablar de la paz

El jefe de la misión de verificación en Kosovo de la OSCE, William Walker, consideró ayer que el presidente yugoslavo Slobodan Milosevic "terminará por decir sí" a las peticiones de la comunidad internacional para que entable negociaciones de paz con los kosovares. Entretanto, ha vuelto a esgrimirse la amenaza de la fuerza. El vicepresidente de EEUU, Al Gore, y el primer ministro británico, Tony Blair, lanzaron ayer una advertencia conjunta a las partes implicadas en el conflicto de Kosovo acerca de la necesidad de sentarse a negociar o afrontar una acción militar de la OTAN.

El Grupo de Contacto (Alemania, Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Italia y Rusia) decidió el pasado viernes convocar a las autoridades de Belgrado y a los representantes albaneses de Kosovo a una ronda de conversaciones el próximo sábado día 6 en Rambouillet, cerca de París, para buscar un acuerdo provisional que establezca una "autonomía substancial" para Kosovo. Para ello envió a Belgrado y Skopje al ministro británico de Exteriores, Robin Cook. Walker, acompañó a Cook durante su visita el pasado sábado, pero no asistió a la entrevista que el ministro mantuvo con Milosevic. "En última instancia, Milosevic dirá sí" a la convocatoria para negociar en Francia con los independentistas albaneses, estimó Walker en declaraciones a la BBC. Preguntado sobre el éxito o el fracaso de la gestión de Cook, Walker señaló que "nadie ha dicho no". Sin embargo, reconoció que "hay elementos que apuntan en los dos sentidos". Según la agencia oficial yugoslava, Tanjug, Milosevic hizo valer "la posición firme y bien conocida de Serbia y de Yugoslavia para que los problemas de Kosovo, que es parte integrante de Serbia, sean resueltos de forma pacífica en Serbia, con la participación de representantes de todas las comunidades nacionales".

Rugova irá a la cita

Por su parte, Ibrahim Rugova, el jefe moderado de los albaneses de Kosovo, ha aceptado participar en la cita de Rambouillet, según afirmó Cook. "La independencia es la solución óptima, pero este acuerdo nos proporciona los medios para alcanzar esa meta", manifestó Rugova en una entrevista que publicó ayer el diario británico The Independent on Sunday. Sin embargo, Adem Demaçi, representante político del Ejército de Liberación de Kosovo, la organización clandestina albanesa, ha pospuesto su respuesta a "los próximos días". Los kosovares de etnia albanesa, que constituyen la mayoría de la población de Kosovo, volvieron a pedir ayer a sus dirigentes que dejen de pelearse entre ellos y formen un frente unido para participar en conversaciones con las autoridades serbias. En una entrevista televisada, Blair y Gore afirmaron que sus países están dispuestos a emplear la fuerza para impedir nuevas violaciones de los derechos humanos en Kosovo. "Hablamos en serio acerca de la necesidad de llegar a un acuerdo y hemos llevado a cabo todos los preparativos necesarios para emplear la fuerza como apoyo", afirmó Blair. Según él, "el hecho de que ahora contemos con un ultimátum, es un gran paso adelante". El próximo paso, afirmó, es poner en marcha el proceso político y "entregar un mensaje muy enérgico a ambas partes acerca de que estamos dispuestos a utilizar la fuerza para evitar las crisis humanitarias que hemos visto en las últimas semanas". Gore rechazó que EEUU vaya a enviar tropas de tierra, al afirmar que aún no se ha tomado ninguna decisión.

Entretanto, prosiguen los enfrentamientos violentos en esa provincia. El Centro de Información de Kosovo registró ayer bombardeos en los alrededores de la estratégica ciudad de Podujevo, donde las fuerzas serbias y los separatistas albaneses llevan enfrentándose desde hace una semana. También dio cuenta del hallazgo de los cuerpos de tres albaneses acribillados a balazos en varios lugares de la provincia. La agencia Tanjug informó de un cuarto cadáver, de un albanés leal a Belgrado. Con estas últimas muertes, el número de víctimas supera el centenar en lo que va de año.