La autonomía, vista de lejos y de cerca

La teoría liberal ha sido capaz de subir tres peldaños: el primero, las libertades individuales; el segundo, la participación política; el tercero, la protección social. Pero no alcanza al cuarto, el que se refiere a las libertades culturales, los derechos colectivos y la convivencia plurinacional. Ésa es la perspectiva larga, ofrecida por el politólogo Ferran Requejo. Cataluña tiene un problema de financiación. Ésa es la perspectiva corta, estrictamente política, ofrecida por Miquel Roca. Entre una perspectiva y otra caben todas las barajadas en el seminario sobre Las nuevas perspectivas de la autonomía celebrado ayer en Barcelona bajo la tutela del Instituto de Estudios Autonómicos de la Generalitat de Cataluña. Abrieron el fuego dos profesores de la Universidad de Laval, en Quebec, Henri Brun y Guy Laforest, intelectualmente adscritos al ámbito nacionalista quebequés, en contraposición al federalismo pancanadiense. Ambos desmenuzaron la sentencia emitida en agosto pasado por el Tribunal Supremo canadiense acerca de las vías legales para el acceso de Quebec a la independencia, y sometieron a análisis el complejo entramado constitucional de Canadá. Laforest ahondó lo suficiente como para hallar "elementos despóticos" en los estratos profundos del Gobierno federal de Ottawa, vestigios del antiguo imperio colonial británico. Si en un sistema tan refinado como el canadiense hay "elementos despóticos", ¿qué no habrá en un sistema como el español? Ferran Requejo, profesor de ciencias políticas en la Universidad Pompeu Fabra, y Enric Fossas, profesor de derecho constitucional en la Autónoma, optaron por no ahondar en miserias y buscaron perspectivas amplias. Requejo ofreció la ya citada explicación sobre las dificultades de los sistemas liberales y del federalismo clásico para integrar los derechos que trascienden al individuo (la cuarta ola de derechos, entre los que figuran los derechos nacionales) e incluso exhibió las intimidades más ocultas de la teoría política: hasta hoy, nadie ha sido capaz de ofrecer una explicación sobre qué es exactamente el demos en la palabra democracia. Todas las fórmulas hasta hoy son utilitarias y se apoyan en los conceptos de Estado y ciudadanía. Fossas subrayó el conflicto constitucional subyacente tras situaciones como la española: las mayorías nacionales (digamos España) prefieren sistemas de tipo federal, que garanticen la operatividad y la igualdad; las minorías nacionales (digamos Cataluña) necesitan fórmulas asimétricas que refuercen su simbología y reconozcan sus diferencias frente a las mayorías. Por la tarde actuó el tercio político, en el que faltó el anunciado Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón, flamante premio Blanquerna de la Generalitat. Otro padre de la Constitución, Miquel Roca, acortó las perspectivas hasta el nivel práctico: la Constitución española funcionaba bien, pero la estructura autonómica estaba bloqueada ("el Senado no sirve para nada", dijo) y la financiación era un desastre. "El ciudadano bajo un régimen foral [el vasco o navarro] recibe del Estado un promedio de 160.000 pesetas por año, mientras que bajo un régimen ordinario [el catalán, por ejemplo] no llega a las 110.000 pesetas por año. Esa discriminación", dijo, "es estrictamente inconstitucional".