El Ballet de Zaragoza estudia la dimisión de Argüelles
El Patronato del Ballet de Zaragoza se reúne a primera hora de la mañana de hoy para conocer el escrito de dimisión presentado por su directora, la bailarina Arantxa Argüelles, y afrontar el futuro de la compañía. Hasta hoy, el Ayuntamiento no tendrá constancia oficial de la decisión de Argüelles, que ayer se conoció por los medios de comunicación (ver EL PAÍS de ayer). La bailarina expuso los motivos de su cese en una carta que remitió el pasado viernes y que todavía no se conoce oficialmente. De hecho, el concejal de Cultura, Juan Bolea, no ocultaba ayer su malestar, "porque me enteré por los medios de comunicación de esta dimisión. A mí, Arantxa no me ha dicho nada todavía". "Hace 10 días le expuse sus condiciones para afrontar el futuro de la compañía", asegura Bolea, "y le dije que no escatimaríamos en medios, para afrontar cada año el montaje de dos clásicos y garantizar la contratación de bailarines, pero también que no se podían hacer los contratos fijos a los bailarines que reclamaba porque hay 26 en plantilla y las otras contrataciones que pedía para mantener el nivel de calidad debían ser eventuales, dado que dentro de seis meses hay elecciones". Juan Bolea cree que Argüelles no ha entendido tampoco su eventualidad. "No pasa nada porque su contrato acabe en seis meses. Es lo normal en una corporación y la siguiente debía ratificar ese contrato. Pasa con otros del mismo tipo".En estos momentos, el Ballet de Zaragoza, una compañía que parece herida por el rayo de crisis continuas desde su origen, cuenta con un presupuesto de 225 millones de pesetas -en 1995 tenía 150- y una plantilla de 26 bailarines. La llegada de Argüelles, en abril de 1997, supuso un relanzamiento en la calidad de sus espectáculos. Actuó en Madrid con Jardí tancat, de Nacho Duato, y Paquita. Acaban de estrenar Giselle, un ambicioso proyecto cofinaciado por la Caja de Ahorros de la Inmaculada, y con esta obra llenaron el Teatro Principal de Zaragoza. Juan Bolea reconoce que Arantxa Argüelles ha dado empaque y calidad la compañía. "Estábamos en el buen camino, ha trabajado duro y muy bien, por eso no puede echarse por tierra este esfuerzo. La compañía seguirá y cumplirá sus compromisos". El concejal considera que, el que la alcaldesa de Zaragoza, Luisa Fernanda Rudi, no la haya recibido o no vaya a las sesiones de ballet es un hecho anecdótico. "Ahora lo importante es seguir con los compromisos y los cumpliremos". El ballet tiene, al menos, 10 actuaciones comprometidas de aquí al final de la legislatura.
