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La sanidad británica prescribirá la Viagra, pero sólo a pacientes graves

Los médicos consideran la medida "restrictiva, cruel y ridícula"

Isabel Ferrer

El Gobierno laborista británico autorizó ayer a los médicos de cabecera de la sanidad pública a que receten la Viagra, pero sólo en determinados casos: enfermos de diabetes, esclerosis múltiple y otras dolencias neurológicas, y los operados de próstata o con lesiones irreversibles en la espina dorsal (por ejemplo, un parapléjico). El resto de los hombres que soliciten la píldora tendrán que pagarla, al precio de 1.200 pesetas por pastilla. Tres millones de varones sufren impotencia en el Reino Unido. La Asociación Médica Británica ha anunciado que piensa "desafiar" la nueva normativa por considerarla "restrictiva, cruel y ridícula".

Conocida ya como la lista de Dobson (en relación al ministro de Sanidad británico, Frank Dobson), la relación de enfermedades elaborada por el Gobierno constituye "un acto inútil de crueldad que sólo creará divisiones", según John Chisholm, presidente de la Asociación Médica.El ministro pretende ahorrarle al erario público alrededor de 100 millones de libras anuales (24.000 millones de pesetas) con sus restricciones. Por el camino, sin embargo, ha chocado con los profesionales mismos que atenderán a los pacientes. "La impotencia asociada a la diabetes crea iguales tensiones en la pareja que cualquier otra condición de índole psíquica menos fácil de diagnosticar", ha añadido el representante de los médicos. La asociación, que urgió al Gobierno a tomar una decisión acerca del nuevo medicamento, aprovechará las seis semanas de consulta ofrecidas por Dobson para hacerle cambiar de opinión. Por el momento, las nuevas normas tendrán carácter vinculante dentro de la sanidad pública. Las pastillas de Viagra están en el mercado británico desde septiembre, pero sólo con carácter privado. Los médicos de cabecera podían prescribirlas de acuerdo con el diagnóstico clínico de cada paciente. Precisamente esa facultad es la que quieren recuperar ahora. "No se puede ordenar a un médico que elija entre sus enfermos. En muchos casos de estrés agudo puede aconsejarse Viagra. Tratar las crisis psíquicas de estos enfermos en un hospital es mucho más caro que darles unas pastillas", subrayó ayer Ian Bogle, miembro de la asociación.

Cinco muertes

Para Frank Dobson, la situación no es tan dramática: "Somos el único país europeo, junto con Suecia, que ofrece Viagra en el sector público. Francamente, un caso de impotencia ajeno a una enfermedad clara no constituye una prioridad para mi departamento. No pone en peligro la vida de nadie y necesitamos los fondos para investigar, entre otras cosas, sobre el cáncer". El ministro recuerda también que no es un producto inocuo. Un informe publicado la pasada semana por el Servicio de Control de los Medicamentos atribuye por lo menos cinco muertes al uso de Viagra en el Reino Unido. En EE UU la cifra asciende ya a 130.Descubierta en los laboratorios que la firma Pfizer tiene en Kent, al sur de Inglaterra, la Viagra estaba destinada a ser una medicina para controlar la angina de pecho y reducir la presión sanguínea. Una vez comprobada su eficacia para regular el flujo de sangre recibido por el pene, y por consiguiente, las erecciones, fue lanzada en EE UU en marzo de 1998. Desde entonces se ha convertido en el tratamiento más vendido del mundo. Más de tres millones de varones lo siguen en 40 países. La licencia de venta en el Reino Unido fue obtenida por los laboratorios en septiembre pasado. El hecho de que personajes famosos como el cantante pop Elton John haya reconocido que usan las pastillas azuladas, además de una tasa de éxitos del 70%, forzó la petición de los médicos al Gobierno.

La selección ahora propuesta ha provocado un nuevo quebradero de cabeza al ministro de Sanidad. Mientras él trataba ayer de convencer a los médicos, se abría paso con cierta fuerza la nueva era del tratamiento contra la impotencia. Consiste en un aerosol nasal más rápido que las pastillas, que tardan una hora en hacer efecto. Frank Dobson prefirió no hacer comentarios al respecto.

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