La Academia de Cine intenta que la noche de los Goya sea una fiesta alejada de la polémica
La actriz Rosa María Sardá presenta y dirige una gala que quiere ser "sencilla y amable"
"Será una gala muy sencilla y muy amable". La actriz Rosa María Sardá, directora, coguionista y presentadora de la gala de los premios Goya, que se entregan mañana en Madrid, asegura que la noche será una fiesta. Como ella, los directivos de la Academia de Cine intentarán que se olvide la fuerte polémica que ha vivido esta institución a raíz de las denuncias sobre la supuesta compra de votos a académicos. La presidenta, Aitana Sánchez-Gijón, tiene previsto un discurso de defensa de la Academia sin entrar ni en nombres propios ni en peleas. Sin embargo, no se descarta que la Academia haga público días después un comunicado en el que exponga su posición, tildada por algunos académicos de tibia.
La actriz Aitana Sánchez-Gijón anunció en la noche del miércoles a los periodistas, que la institución que preside desde el pasado noviembre haría público un comunicado el mismo sábado 23 sobre la polémica que rodea a los premios Goya de esta edición. Sin embargo, el vicepresidente primero de la Academia, el cineasta Ventura Pons, aclaró ayer a este periódico que la difusión de dicho comunicado no estaba todavía decidida. "En todo caso se hará más adelante. La noche de los Goya debe ser la fiesta de siempre", dijo Pons. Una opinión que comparte la actriz Rosa María Sardá, encarga de la dirección y presentación de la gala, que afirma: "Lo que no funciona, los problemas y las diferencias, se solucionarán en otro momento. La gente del cine, como cualquiera, cuando van a una fiesta dejan en casa las penas y las desgracias".Unas desgracias que arrancaron a finales de año, el día que se hicieron públicas las candidaturas a los Goya. Estos premios, que hasta hace poco estaban considerados sólo un prestigioso galardón más, se han convertido en un más que rentable empujón comercial para el cine español. Algunas películas premiadas incluso han doblado su recaudación en taquilla después de lograr las estatuillas principales.
Un anónimo
El día después de hacerse públicas las películas candidatas, muchos miembros de la Academia recibieron en sus domicilios particulares un anónimo que, de manera irónica, intentaba desvelar los métodos supuestamente utilizados para hacerse con las papeletas por uno de los candidatos, José Luis Garci, cuya película El abuelo opta a trece Goyas. El anónimo decía: "Los mensajeros de José Luis Garci le anunciamos nuestra próxima visita, en la que recogeremos una vez más las papeletas y les desearemos personalmente un feliz año nuevo".El anónimo, un papel pequeño y endeble, de aspecto similar a las tarjetas que imprimen las máquinas de tarjetas del metro, sólo fue el comienzo de una polémica que, según algunos miembros de la Academia, ha dañado la imagen del cine español. Después del anónimo llegó lo más grave: la denuncia de compra de votos a través del pago de las cuotas (cuestan 7.500 pesetas al trimestre) atrasadas de algunos académicos morosos. Garci se sintió aludido. Amenazó a la Academia con retirar su película (lo que no puede hacer, según los estatutos), dijo que se querellaría en los tribunales contra el autor del anónimo y lanzó un ultimátum a la institución. O aclaraban que él no había comprado votos, o no asistía a la gala.
Al día siguiente, la Academia difundió un comunicado en el que se limitaba a salir del paso señalando que no le constaba el pago a morosos por parte de José Luis Garci. Ese comunicado provocó el descontento general.El productor Pedro Costa, único denunciante que se ha identificado públicamente, se dio de baja de la Academia y exigió una investigación seria y definitiva que despejara las dudas y rumores, que han ido creciendo en los últimos días de manera desorbitada.
José Luis Garci y gente de su entorno apuntaron entonces que detrás del anónimo estaba un jefe de prensa del mundo del cine, sin dar su nombre. Se ha hablado también de posibles maniobras de algunos productores, o incluso de una simple broma que se ha disparatado sin medida.
A pesar de todo, está previsto que el discurso de la presidenta, Aitana Sánchez-Gijón, en la gala de los Goya (que se celebra mañana a las 23 horas y será retransmitida en directo por La Primera de TVE), no baje a las alcantarillas y se quede en el escaparate, obviando todo lo ocurrido y centrándose en la defensa de la Academia y del cine español. "Aitana estará a la altura de la presidencia, un cargo que conlleva mucha responsabilidad", afirmó ayer el cineasta catalán y vicepresidente de la Academia, Ventura Pons.
Dos veteranos frente a dos jóvenes
Cuatro películas se disputan mañana los premios Goya más importantes. Son Barrio, de Fernando León (con 6 candidaturas); Abre los ojos, de Alejandro Amenábar (con 10 candidaturas); La niña de tus ojos, de Fernando Trueba (18 candidaturas), y El abuelo, de José Luis Garci (13).Dos cineastas veteranos (cada uno de ellos con un Oscar bajo el brazo) frente a dos realizadores jóvenes tan diferentes entre sí, como importantes en el actual panorama del cine español. Aunque la película de Fernando Trueba (que han visto ya dos millones de espectadores) parece la favorita y la de José Luis Garci su principal rival, tanto Barrio como Abre los ojos podrían dar la sorpresa al final.
De los 830 miembros de la Academia de Cine tienen derecho a voto unos 780, ya que algunos no forman parte de trabajos puramente cinematográficos.
El número de miembros que vota es secreto, aunque algunos cálculos apuntan a una participación muy baja, cercana al 20 por ciento.
Rosa María Sardá, que también es candidata al Goya a la mejor actriz de reparto por su trabajo en el filme de Trueba, asegura que mañana se sentirá "como una madre" que quiere que ganen todos.
"Sólo quiero que todos estén contentos, que la ceremonia funcione bien, que sea bonito de ver y de escuchar y que, sobre todo, no se pierda el sentido del humor".
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