Aguirre asiste en la Residencia a uno de sus ultimos actos como ministra

Tres generaciones, la del 98, la del 14 y la del 27, ya navegan por la red. Un acuerdo firmado ayer en la Residencia de Estudiantes de Madrid por el presidente del Gobierno, José María Aznar; la ministra de Educación y Cultura, Esperanza Aguirre, y el presidente de la Fundación Marcelino Botín, Emilio Botín, permitirá que, con un presupuesto de 677 millones de pesetas y en cuatro años, más de un millón de documentos (digitalizados unos y procesados otros) estén al alcance de los usuarios de Internet.Pero la firma de La red de centros y archivo virtual de la cultura española contemporánea estuvo ayer protagonizada por otro anuncio, el de los cambios de Gobierno. Más de cien periodistas esperaban la llegada de Esperanza Aguirre, que acudió a la Residencia de Estudiantes con la tensión en la cara a uno de sus últimos actos como ministra de Educación y Cultura; de Emilio Botín, que se encontraba por primera vez en público con Aznar después de la fusión del BCH y el Santander, y de Aznar, "después de meditar en Doñana", como él mismo explicó.

Memoria cultural

Mientras Aznar intentó hacer un chiste con la situación ("es agradable ver a tantos medios de comunicación en un acto cultural"), Esperanza Aguirre se mostró más fría y sobria de lo acostumbrado. Aguirre, que no quiso hacer declaraciones sobre lo que a esas horas -seis de la tarde de ayer- ya era algo más que un rumor, convirtió su discurso en una defensa de la preservación de la memoria cultural ("la cultura es una forma de memoria", dijo) y de la importancia del establecimiento de una red internacional para dicho empeño. La ministra recordó que la Colección virtual de la Residencia de Estudiantes supondrá la recuperación de un legado documental único, con los testimonios de la historia intelectual de una etapa crucial, la que va desde 1868 a 1936, en el terreno literario, artístico y científico. Esperanza Aguirre, después de aplaudir la labor de la Residencia de Estudiantes, que con éste se embarca en uno de sus más ambiciosos proyectos, se giró a José María Aznar y a Emilio Botín para agradecerles su colaboración. "Gracias, presidente", dijo tan rotunda que provocó más de un codazo, "por su apoyo y empeño en este proyecto... y gracias, Emilio Botín, por su extraordinaria sensibilidad cultural".Aguirre citó a los nuevos navegantes de Internet (Cernuda, Lorca, Unamuno, Juan Ramón Jiménez, Gómez de la Serna, Ortega, Ramón y Cajal, Falla, Buñuel, Dali) y recordó que sus inventarios, sus catálogos e incluso sus propios documentos será accesibles desde cualquier parte del mundo.

Emilio Botín parecía eufórico al hablar de un proyecto en el que aseguró que ha depositado "la máxima ilusión", pero sobre todo pareció entusiasmado cuando sacó a colación la inauguración el próximo mes de septiembre de las réplicas de las cuevas de Altamira (otro de los proyectos culturales en el que la Fundación Marcelino Botín ha colaborado)