Cascos cuestiona la conveniencia de relevar ahora a miembros del Gabinete

"Cuando un equipo va bien, no es razonable que el entrenador haga cambios". Con este símil futbolístico, el vicepresidente primero del Gobierno, Francisco Álvarez Cascos, cuestionó ayer la conveniencia de posibles cambios en el Gabinete y negó la existencia de una crisis. "No sólo no hay crisis, sino que no la percibo", dijo Cascos, que añadió, en tono irónico, que la única crisis que contempla todos los días desde su despacho es la de las siglas del DISC, el Departamento de Infraestructura para Situaciones de Crisis, que tiene su sede en La Moncloa.

"[La del DISC] es la única crisis que contemplo todas las mañanas. No sólo flota en el ambiente, sino que está instalada en La Moncloa", afirmó Francisco Álvarez Cascos. "Lo demás son especulaciones sobre las manifestaciones del presidente, que no ha pronunciado ni un solo comentario que albergue fundamento sobre lo que cuentan los medios", añadió.El vicepresidente primero eludió explicar el significado de las dos referencias que José María Aznar hizo -el martes y el jueves- sobre un posible cambio de Gobierno y que el viernes el portavoz del Ejecutivo, Josep Piqué, tras el Consejo de Ministros, tampoco aclaró.

Álvarez Cascos subrayó el despegue del PP respecto a los socialistas en las últimas encuestas. "Nos sitúan seis puntos por encima del PSOE", dijo. "Vamos ganando democráticamente", afirmó, para señalar más tarde que hay algunas personas interesadas en que "el entrenador haga cambios". "Éstos [los cambios] sólo se hacen cuando el partido va mal y se intenta enderezar el resultado. En estos momentos no tienen una justificación muy razonable", sentenció.

Con todo, el vicepresidente primero aclaró que "aceptará, respaldará y aplaudirá" cualquier decisión que adopte Aznar, "en el momento que la tome", y se confesó "absolutamente identificado" con la política del presidente tanto al frente del Gobierno como del partido.

Respecto a su continuidad en el Ejecutivo, Álvarez Cascos aseguró no verse fuera del equipo de Aznar: "Me veo trabajando intensamente ahora y después del Congreso Nacional del partido". Reconoció, con todo, que "algún día" tiene previsto dejar el puesto, "porque éste no es un oficio eterno y la condición de político democrático no es la de fijo de plantilla". Reiteró, además, que está dipuesto a ser "el balonero" del PP.

En cuanto a su relevo al frente de la secretaría general del partido, Cascos afirmó que se marcha "voluntariamente". "Nadie me echa", dijo, en referencia al Congreso Nacional, del que subrayó la ocasión "saludable de su celebración para renovar ideas, equipos y nuestro programa político de centro".

Sobre su posible sustituto se confesó "tranquilo", ante los "excelentes candidatos que reúnen el perfil, la condiciones, la capacidad y el prestigio" para desempeñar la secretaría general. Entre ellos enumeró las personas que han trabajado con él desde 1986 en el primer equipo (Federico Trillo, Rodrigo Rato y Juan José Lucas) hasta el actual, que forman Jaime Mayor Oreja y Mariano Rajoy, pasando por los que han ocupado también esta responsabilidad, como Javier Arenas.

"Lo único que no es problema en el PP es encontrar personas para desempeñar el cargo", aseguró Álvarez Cascos, aunque advirtió al respecto que aportará su opinión en el proceso: "Creo que después de más de 10 años tengo alguna autoridad para darla".

[Por su parte, la ministra de Agricultura, Loyola de Palacio, manifestó ayer, en declaraciones a la Cadena SER, que confía en que seguirá siendo miembro del Gobierno si Aznar decide una remodelación].

Álvarez Cascos realizó sus manifestaciones en el puerto de la base naval de Rota minutos después de haber presidido el acto de bienvenida del buque Galicia, procedente de su misión humanitaria por Centroamérica.

Durante los 57 días que ha durado su travesía, la dotación del barco de la Armada ha repartido más de 1.300 toneladas de material diverso y su equipo médico ha prestado más de 5.000 asistencias sanitarias por los países que han sufrido el efecto devastador del huracán Mitch. Cascos no restó elogios al trabajo realizado por la tripulación, a la que felicitó por transportar "la solidaridad del pueblo español con los más necesitados". Mientras Álvarez Cascos hacía estas declaraciones en Cádiz, Aznar pasaba el fin de semana en el Coto de Doñana. Fuentes de La Moncloa reiteraron ayer que "Aznar se está divirtiendo mucho con todo lo que se está diciendo sobre la crisis de Gobierno".