Un poco de nostalgia
Carlos Larrañaga, aureolado por su larga y fructífera serie de televisión (además de por su carrera teatral) rodeado de seis señoritas bellas y realzadas por el vestuario: lo suficiente para atraer a un público bienintencionado, y para satisfacerle. Y el nombre de Neil Simon, que fue un rey del vodevil a la inglesa y que ahora debe pretender dignificarse con un género aparentemente más elevado: una comedia nostálgica, un juego con el tiempo, el amor y la pena. Este Jack, escritor notablemente vulgar -por como habla, por las citas que hace de su inspiración- trabaja con personajes de su vida; los evoca y aparecen en el escenario. Sobre todo a la que fue su mujer y murió, Julie (Marta Gutiérrez), de cuyo recuerdo no le han liberado sus aventuras sentimentales ni la cariñosa hija que le quedó de ella (Maribel del Prado). Otro amor serio y hermoso se le va de las manos, el de Maggie (Pilar Velázquez); los personajes reales, los imaginados o evocados, pueden estar juntos, hablarse, cambiar sus tiempos, retratar al escritor brillante y un poco tonto, ayudarle... Supongo que este sentimentalismo, este pequeño humor y esta subliteratura serán suficientes para muchas personas. Para otras no; quiero decir, para mí. Debe ser mi defecto.El viernes por la tarde el teatro estaba lleno de un público sereno y antiguo: el patio de butacas, visto desde arriba, daba un buen tono plateado de canas. Estaban a gusto. Se reían a veces, entraban en el tema y, al final, aplaudieron con reconocimiento.
Las mujeres de Jack
De Neil Simon, versión de Juan José Arteche. Intérpretes: Carlos Larrañaga, Pilar Velázquez, María Lahoz, Maribel del Prado, Alicia Martínez, Marta Gutiérrez, Marisa Pino. Escenografía: José Messegué. Vestuario: Lola Barrera. Dirección de Carlos Larrañaga. Teatro Príncipe Gran Vía.
Babelia
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