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Benacantil y castillo de Santa Bárbara son indivisibles, según la principal alegación al Palacio de Congresos

El castillo de Santa Bárbara en Alicante, Bien de Interés Cultural (BIC) que merece una especial protección, corona el monte Benacantil, contemplado en el plan general de la ciudad como parque urbano. Su historia y su relevancia para la ciudad de Alicante es la misma y ambos constituyen una unidad indisoluble que alcanza el rango de sitio histórico, según la principal de las alegaciones que se plantearán el día 13 contra el proyecto del Palacio de Congresos de Alicante. Esta alegación, firmada por el arquitecto Manuel Ayús, portavoz de la plataforma ciudadana Salvem el Benacantil, que se opone a la pretensión municipal de levantar el palacio en las faldas del monte, recuerda que el paraje es "germen del actual emplazamiento urbano de Alicante". En su alegación, exhaustiva y profusamente documentada en la legislación vigente, Ayús recuerda en varias ocasiones que los poderes públicos tienen la obligación de proteger su patrimonio cultural. Que el castillo es un BIC y es intocable está fuera de toda duda, por lo que el arquitecto pone el énfasis en "la indudable relación" entre la fortaleza y el monte, que romperá el Palacio de Congresos. "Ambos elementos, uno natural y el otro arquitectónico, forman en perfecta simbiosis un conjunto histórico-artístico de reconocida relevancia en la memoria cultural de la ciudad de Alicante", expone Ayús, para, a continuación, enumerar la importancia del paraje a lo largo de la Historia: atalaya desde la prehistoria, morada de sucesivos asentamientos desde la edad del bronce, emplazamiento bizantino de primer orden, recinto defensivo para moros y cristianos y, a partir del siglo XVI, fortaleza conectada con la ciudad por un acceso a pie por la ladera del monte. Por todo ello, considera que monte y castillo son, juntos, un sitio histórico según la definición que de este término ofrece la ley del Patrimonio Cultural Valenciano: "Lugar vinculado a acontecimientos del pasado, tradiciones populares o creaciones culturales de valor histórico, etnológico o antropológico". Ayús considera en su escrito que la modificación del planeamiento urbano, que el Ayuntamiento promueve para construir el palacio en el Benacantil, responde a "intereses meramente coyunturales y oportunistas" y, por tanto, solicita la paralización del expediente de modificación y la suspensión del proyecto. Por último, advierte a las autoridades municipales que, en caso de que se rechacen sus alegaciones, les planteará un recurso contencioso-administrativo.

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