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La hija de un militar fusilado en Cuba acusa a Castro de traficar con droga

"Mi padre, el coronel Antonio de la Guardia, entregaba el dinero de la droga a Pepín Naranjo, el ayudante de Fidel Castro". Ileana de la Guardia, la hija del alto oficial fusilado por narcotráfico en La Habana el 13 de julio de 1989 junto al laureado general Arnaldo Ochoa, es una de las tres personas que han denunciado al jefe del Estado cubano ante la justicia francesa. Se comprende ahora mejor el gesto de fastidio con el que Fidel Castro acogió meses atrás en Oporto la noticia de la detención en Londres de Augusto Pinochet.

"Fidel era el jefe de la trama cubana de la droga", denuncia la hija del coronel De la Guardia. La particularidad de esta denuncia, que debe dar lugar a la apertura de diligencias judiciales, aunque las posibilidades de que fructifiquen parecen técnicamente escasas, es que al contrario que las presentadas por el fotógrafo francés Pierre Golendorf y el pintor cubano Lázaro Jornada, no acusa a Castro de "crímenes contra la humanidad", sino de "tráfico internacional de estupefacientes, secuestros, torturas y asesinatos".En una entrevista realizada por este periódico, Ileana de la Guardia sostiene que Fidel Castro era el máximo responsable de la trama estatal cubana que dirigió hacia Estados Unidos y Europa droga colombiana suministrada por el clan Escobar.

"Sólo la gente que ignora todo sobre Cuba puede llegar a pensar que esas actividades destinadas a financiar los gastos del Ejército cubano en Angola y a hacerse con divisas eran ajenas a los hermanos Castro", afirma la hija del coronel fusilado.

Según esta joven de 34 años, sobrina, a su vez, de Patricio de la Guardia, el hermano gemelo de su padre que cumple en Cuba una condena de 30 años, también por narcotráfico, Castro sacrificó al general Ochoa y a los hermanos De la Guardia para escapar de toda culpa ante la comunidad internacional. "Cuando los norteamericanos descubrieron la red, Castro decidió, de paso, quitarse de encima a una serie de elementos como el general Ochoa, mi padre y mi tío, los tres grandes amigos, que tras la visita de Gorbachov a Cuba comprendieron la necesidad de la perestroika. En el caso del general Ochoa, un verdadero héroe popular, jefe de las fuerzas cubanas que intervinieron en Etiopía y Angola, la acusación fue más absurda", señala De la Guardia, "puesto que difícilmente podía tener algo que ver estando como estaba a tantos miles de kilómetros". De la Guardia insiste en que el juicio, desarrollado ante un tribunal especial militar, "fue una farsa de arriba abajo" en la que "lo único que la acusación pudo presentar fueron confesiones arrancadas bajo tortura". Acusados dos españoles

En La Habana, mientras, Fidel Castro afirmó ayer que dos ciudadanos españoles titulares de una empresa de artesanía en la isla están involucrados en el tráfico de drogas hacia Europa y en actividades de lavado de dinero. Castro afirmó, en un discurso en un acto policial en el que anunció mano dura contra el narcotráfico, la prostitución y la emigración ilegal, que los españoles José Royo Llorca y José Anastasio Herrera utilizaban una empresa de capital mixto como "fachada" para sus operaciones de narcotráfico, informa Efe. Las primeras informaciones sobre Royo y Herrera surgieron cuando se detectó en Colombia un cargamento de droga destinado a La Habana en tránsito hacia Europa. Los empresarios están en paradero desconocido.

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