La intensidad de Carlos Kleiber abre el XV Festival de Música de Canarias

El Festival de Música de Canarias cuenta en su decimoquinta edición con un invitado de excepción. Carlos Kleiber, considerado como uno de los directores de orquesta más excéntricos, caprichosos, maniáticos y, sobre todo, uno de los más geniales actuó anoche en el Auditorio Alfredo Kraus de Palmas de Gran Canaria al frente de la Orquesta Sinfónica de la Radiodifusión de Baviera.

Esta es la primera ocasión en que el maestro alemán, hijo del también director de orquesta Erich Kleiber, dirige a la prestigiosa formación bávara, con un programa en el que la orquesta ejecutará las Sinfonías números 4 y 7 de Ludwig van Beethoven. La presencia de Kleiber (Berlín, 1930) en esta edición del Festival de Música de Canarias ha desbordado las previsiones de la organización, que ha recibido peticiones de Japón, Australia, Estados Unidos y Alemania, entre otros países, para poder presenciar sus conciertos (éste mismo se ejecutará también en el teatro Guimerá de Santa Cruz de Tenerife el próximo día 9).

No en vano el director de orquesta es una de las primeras figuras de la música que menos se prodiga, de tal forma que la única vez que ha pisado un escenario en España fue en 1987 en el Teatro Real y en el marco del Festival de Otoño de Madrid. Para su más reciente aparición en un foso de ópera hay que remontarse además a 1994, en la gira que llevó a cabo en Japón la Staatsoper vienesa con El caballero de la rosa, y en junio de 1997 en Ljubjana y Ravenna, coincidiendo con los festivales de ambas localidades.

Su carácter imprevisible y su personalidad esquiva han llevado a Carlos Kleiber a no conceder entrevistas, lo que ha contribuido a convertirle en el director más deseado, y a sus conciertos en citas obligadas para los melómanos de medio mundo.

Para participar en el festival de Canarias, el maestro germano, que inició estudios de música y español a los cinco años en Berlín, también ha destacado por sus singularidades. Así, se ha negado a permitir la inclusión de su curriculum profesional en el programa del festival, y ha establecido una ubicación atípica de los miembros de la orquesta que ha sorprendido a la organización por su "originalidad".

Sencillez

Pese a todo ello, el director del Festival de Música de Canarias, Rafael Nebot, ha destacado, a pesar de su fama, la "sencillez" de Carlos Kleiber. Su opinión coincide con la de otros músicos, como el primer violín del Covent Garden, John Brown, quien ha señalado que "Carlos tiene fama de difícil, y creo que esta fama no es justa. Es un idealista que no está dispuesto a descender a compromisos".

Por su parte, el también director de orquesta Riccardo Chailly ha afirmado que Kleiber "sabe obtener de la orquesta una intensidad imposible, insufrible, y al mismo tiempo su dirección es ágil, flexible y enormemente variada".

El programa del primer concierto incluye dos de las sinfonías por cuya interpretación ha sobresalido la dirección de Kleiber, que comenzó su carrera musical como director de orquesta en el año 1953 en el Theater am Gartnerplatz de Munich.

Aunque el concierto extraordinario del músico alemán abre el Festival de Música de Canarias, la inauguración oficial será hoy, a cargo de la Orquesta Sinfónica de Tenerife, bajo la batuta de su titular Víctor Pablo Pérez, con un programa que incluye obras de Tomás Marco, Mozart, dos piezas de Maurice Ravel, más el poema coreográfico para orquesta "La Valse". Este concierto inaugural contará además con la participación del pianista americano Leon Fleisher y del clave Martin Haselböck.

El Festival de Música de Canarias, que se prolongará hasta principios de febrero, trae a las dos capitales del archipiélago un total de veintitrés actuaciones.