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Presidencia entregó una subvención a una ONG el día después de que Sanidad inmovilizase una de sus cargas

Vicente G. Olaya

La ONG Paz Ahora, expedientada por la Consejería de Sanidad por haber partido sin su permiso sanitario con posibles alimentos caducados el pasado día 23 de diciembre hacia la región serbia de Kosovo, recibió, minutos antes de salir, un talón de 250.000 pesetas de manos de la viceconsejera de Presidencia, Carmen Álvarez-Arenas. Pero un día antes los inspectores de Sanidad se habían negado a dar el visto bueno a la salida del cargamento (alimentos infantiles, dietéticos y legumbres), porque habían encontrado alimentos caducados.Por ello, la Consejería de Sanidad acusó el martes a Paz Ahora de haber partido hacia Serbia sin los preceptivos permisos de la Comunidad y con alimentos caducados (véase EL PAÍS de ayer). Pero la ONG asegura que su camión partió con la aquiescencia del Gobierno regional, con un cargamento en condiciones y con todos los permisos. Y ofrece como prueba que la viceconsejera de Presidencia les había ayudado el día de su marcha, que se produjo desde la Puerta del Sol, sede del Gobierno. "Pero ¿cómo es posible que digan que nos fuimos sin avisar?", se preguntaba el pasado martes el presidente de la ONG, Julio Rodríguez.

Álvarez-Arenas negó ayer haber participado en la salida del camión. "Lo único que hice fue concederles las 250.000 pesetas que nos quedaban en una cuenta que teníamos abierta desde hace tres años con dinero que habían aportado personas que querían ayudar a los más necesitados. La Intervención me dijo que tenía que cerrar la cuenta porque llevaba demasiado tiempo abierta. Como Paz Ahora partía hacia Kosovo, les di el dinero. Pero antes de tres meses tienen que justificar en qué lo han gastado".

Y continúa: "Esta ONG me pidió también que le ayudase a conseguir material sanitario. Se lo pedí a Sanidad, pero me dijeron que no era posible. Lo único que podían hacer era concederles un millón para adquirirlo. Pero ese dinero no lo han cobrado aún. Y me parece que no lo harán nunca, a la vista del expediente sancionador abierto".

Álvarez-Arenas reconoce que gestionó con el Ayuntamiento una zona reservada en la Puerta del Sol para estacionar el camión el día de su partida. "Pero eso no significa que les amadrinase. Ni siquiera sabía qué había en el interior del camión. Uno de sus miembros subió a mi despacho antes de marcharse y me dijo que bajase a despedirles. Me negué porque no tenía nada que ver con la expedición ni llevaba la gestión de nada".

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Sobre la firma

Vicente G. Olaya
Redactor de EL PAÍS especializado en Arqueología, Patrimonio Cultural e Historia. Ha desarrollado su carrera profesional en Antena 3, RNE, Cadena SER, Onda Madrid y EL PAÍS. Es licenciado en Periodismo por la Universidad CEU-San Pablo.

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