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Rushdie cambia su programa en México ante una nueva amenaza

Juan Jesús Aznárez

Salman Rushdie inauguró la Casa Refugio del Escritor en México, departió con la intelectualidad de ese país, reiteró que su vida se somete al oficio de escribir aun siendo un perseguido, pero suspendió varias presentaciones públicas en la capital federal porque circularon rumores sobre la presencia de un comando "hispano-musulmán" dispuesto a ejecutar la fatwa decretada hace 10 años por el régimen del ayatolá Jomeini.Tras su llegada a México, el autor de Los versos satánicos conoció un comunicado, publicado en el diario Zan, de Teherán, en el que una organización hasta ahora desconocida, que se autodenominó Fedayines del Islam Puro de Mahoma, anunciaba la utilización de todos los medios a su alcance "para planificar la aplicación de la fatwa".

Zan es un rotativo reformista "generalmente bien informado", según la agencia France Presse, que dirige Faezeh Hachemí, diputada e hija el ex presidente Alí Akbar Hachemí Rafsanyani. Ese grupo fanático reclamó la autoría del asesinato de los opositores iraníes Daryush Foruhar y de su esposa Parvaneh Eskandari, y de los escritores Mohamed Mojtari y Mohamed Puyandeh como "una advertencia a todos aquellos que prestan su pluma al servicio del extranjero y que quieren el retorno a la dominación extranjera".

Minucioso registro

La policía británica encargada de la seguridad de Rushdie aconsejó la suspensión de los actos previstos en el Museo de la Ciudad de México y el Palacio de Bellas Artes. El autor asistió a la inauguración de una nueva Casa Refugio del Escritor, acto precedido por un minucioso registro de las instalaciones, en el barrio Condesa, y zonas próximas.

"Mi instinto me dice que fuimos demasiado precavidos", declaró Rushdie, aunque se remitió a la experiencia de los agentes de Scotland Yard. "Es muy fácil hablar, pero no sé si reaccionamos con exceso a esa información". Pese a que el actual Gobierno iraní retiró el pasado mes de septiembre su apoyo al cumplimiento de la sentencia de muerte, continúa la angustia del hombre que escribió en 1989 un libro concebido como la historia imaginada de un emigrado indio en el Reino Unido sin sospechar que las alusiones a la religión musulmana habían de ser citadas como blasfemas y merecedoras de la pena capital.

El jefe de gobierno del Distrito Federal, Cuauhtémoc Cárdenas, y los escritores Carlos Monsivais y Álvaro Mutis acompañaron a Salman Rushdie durante la inauguración del refugio internacional número 33 para los intelectuales perseguidos en sus países, un edificio de los años veinte donde primero vivió una familia de refugiados españoles. "Lo importante de este proyecto es que salva la vida de las personas que están en riesgo y hace posible algunas relaciones poco usuales entre culturas", dijo el autor de El último suspiro del moro.

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