En cueros contra las pieles

Hacía una tarde gélida, de apenas 7 grados de temperatura y un viento suave pero cortante. Aunque ayer nada aconsejaba desnudarse en plena Puerta del Sol de Madrid, a cuatro simpatizantes de la asociación Alternativa para la Liberación Animal (ALA) les pareció un día perfecto para protestar, casi desnudos, por el uso de las pieles de animales para fabricar prendas de abrigo. Sin ningún pudor, o al menos eso pareció, los cuatro manifestantes comenzaron a desprenderse de la ropa poco a poco, hasta quedarse prácticamente en cueros. Eso sí, medio centenar de manifestantes les arropó en un acto en defensa de la ropa sintética.La protesta se celebró bajo la estatua del Oso y el Madroño. Los manifestantes sujetaban carteles en los que se veían imágenes horribles de cachorros de foca con la fina piel blanca cubierta de sangre. Tenían una fuerte brecha en la cabeza abierta a golpe de mazo. Pero no estaban muertos, morirían instantes después desangrados. En la pancarta se leía: "Masacrada sin piedad" o "Inocente e indefensa". Los manifestantes lanzaron gritos como: "Peleteros asesinos".

Un hombre de unos 60 años se acercó a los manifestantes y comenzó a gritar: "Aquí lo que manda son las "pelas"

[pesetas]. No vale nada más, se ha perdido toda ética. La economía de la cartera llena es lo único que se respeta". Su intervención fue muy jaleada, aunque no todo el mundo opinaba igual. Una mujer vestida con un abrigo de piel caminaba hacia la manifestación con su marido y un hijo. En cuanto atisbó que la protesta atacaba el uso de abrigos de piel, se dio media vuelta y se fue. Antes comentó, refiriéndose a Inma, una de las manifestantes: "A esa señora, le diría que no hace falta ser cruel, ni derramar sangre de ningún animal para taparse".

Inma, profesora de Educación Física, de 38 años y vegetariana desde hace 20, se desnudó ayer contra las pieles porque, explicó, "hay que ser coherentes con lo que se piensa". Cristina García Moreno, de 41 años y profesora de piano, sí aplaudió el desnudo de Inma. "Los que digan que los abrigos de piel son ahora ecológicos porque los animales se crían en granjas, mienten. Los zorros, bisones y demás animales que se crían en granjas viven en una tortura permanente, encerrados en jaulas de un metro cuadrado desde que nacen hasta que mueren", lamentó.

La vicepresidenta de ALA, Consuelo Polo, destacó: "En las granjas se mata a los animales brutalmente para no estropear las pieles, y el método más frecuente es el estrangulamiento o la electrocución".

ALA es una asociación que lucha por la defensa de los animales y está en contra de "la fiesta de los toros, la caza y los abrigos de piel de animal". Nada de esto se puede considerar como cultura o arte; son crueldades del hombre", apostilló Hugo de Silva, un holandés de 78 años y ex miembro del Servicio de Seguridad contra Criminales de la Segunda Guerra Mundial.