El Rey reclama "diálogo, generosidad y justicia" después de la declaración de tregua de ETA
, El Rey aboga por "el diálogo, la generosidad y la justicia" para avanzar en el camino de la reconciliación tras "el cese anunciado de las actividades terroristas". Don Juan Carlos dedicó, en su tradicional mensaje de Nochebuena, un emocionado recuerdo a las víctimas del terrorismo. De éste dijo que debe "renunciar definitivamente a pretender ocupar espacio alguno en nuestra sociedad". El jefe del Estado señaló que en la Constitución "se consolidan en la práctica los principios del Estado de Derecho, se ensancha el marco amplísimo de libertades de que disfrutan los ciudadanos y se afirma una articulación autonómica del Estado que reconoce y protege la pluralidad y diversidad" de la sociedad española.
"Los logros que vamos alcanzando no habrían sido posibles si los españoles no trabajáramos juntos en paz, libertad y concordia, en un marco de estabilidad política y social como el que disfrutamos. Paz, libertad, concordia y esperanza tienen en estas fechas un significado especial", dijo don Juan Carlos.Sin citarla expresamente, el Rey se refirió a la tregua anunciada por ETA el pasado 16 de septiembre y a los deseos de los españoles de que termine para siempre la violencia: "El cese anunciado de las actividades terroristas, largamente exigido por el conjunto de la sociedad y tenazmente perseguido por los responsables de los Gobiernos y partidos democráticos, renueva y fortalece este anhelo profundo que sentimos y estimulamos".
El Rey tuvo un recuerdo para "quienes han padecido la radical injusticia de una violencia que tiene que renunciar definitivamente a pretender ocupar espacio alguno en nuestra sociedad". En su lugar, abogó para que los problemas se resuelvan pacíficamente a través de "la acción política en libertad y pluralismo".
En otro momento de su alocución, don Juan Carlos invitó a los ciudadanos a mantener el espíritu de reconciliación demostrado en otros momentos pasados. "En ese camino, con la voluntad firme de todos", dijo, "podemos seguir avanzando con las mismas herramientas de diálogo, generosidad y justicia que nos han llevado al éxito colectivo por el que apostamos hace ya más de dos décadas".
En el discurso ocupó un amplio espacio el capítulo económico al subrayar que "España ha cumplido con éxito los objetivos económicos" previstos, "lo que ha hecho posible nuestra participación en el establecimiento de la moneda única europea, el euro".
"Es la primera vez, en muchos años, que España es partícipe y protagonista, desde su origen, en un proceso de trascendental importancia para nuestro continente", recalcó el Rey. El proceso que ha llevado a la convergencia con los socios de la Unión Económica y Monetaria no tendría sentido "si no aportara a España nuevas oportunidades de progreso social y económico" para todos y la posibilidad de lograr "una corrección de las desigualdades que se dan entre las diferentes comunidades y territorios de nuestra patria".
Como en otras ocasiones, don Juan Carlos expresó su preocupación por las tasas de par, uno de los principales problemas de los españoles. "El desempleo no puede ser un compañero inevitable de nuestro modelo de sociedad. Por eso, hemos de combatirlo resueltamente y aprovechar las posibilidades que ofrece la coyuntura económica favorable mediante el diálogo de los agentes sociales entre sí y con la Administración".
El Rey no olvidó hacer un somero repaso de la política exterior española al terminar un año en el que se cumple el centenario de la pérdida de las últimas posesiones en América y Asia: "Hoy, en Iberoamérica, reafirmamos nuestro compromiso creciente con la democracia y llevamos a cabo una labor de cooperación cada día más importante. Al mismo tiempo, hacemos un esfuerzo inversor sin precedentes y desarrollamos intercambios de todo orden, que se corresponden con nuestro nivel de confianza en el futuro de las repúblicas iberoamericanas"
Además de hacer hincapié en la labor de las instituciones oficiales, las empresas y las organizaciones no gubernamentales, don Juan Carlos agradeció "el espíritu generoso" demostrado por los españoles ante la reciente tragedia causada por el huracán Mitch y otras catástrofes que han asolado varios países de Centroamérica.
El Rey alabó el refuerzo de los lazos de cooperación con Iberoamérica, puestos de manifiesto en la reciente cumbre de Oporto y que, entre otras cosas, han servido "para producir frutos tan tangibles como el acuerdo de paz firmado entre Perú y Ecuador".
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