Una revista "porno", el nuevo cuarto poder en Washington
Superadas ya las comparaciones con la película Cortina de humo, pues se queda corta frente a la realidad, los acontecimientos en Washington tienen ahora otro punto de referencia: la revista pornográfica Hustler y su polémico director, Larry Flynt. En 1996, el director Milos Forman contó la biografía de este infame personaje de la vida pública americana en la película El pueblo contra Larry Flynt, candidata a los Oscar.Flynt, de 56 años, es un empresario sureño que empezó con una cadena de clubes de strip-tease y llegó a crear la revista pornográfica más famosa del mundo, Hustler, mucho más explícita que sus competidoras Playboy y Penthouse. Larry Flynt fue drogadicto y polígamo, y considerado un indeseable por toda la sociedad norteamericana. Pero, cuando llevó hasta el Supremo su batalla por la libertad de expresión para que le dejaran seguir vendiendo su revista, Flynt ganó.
En 1978 sufrió un atentado con arma de fuego que le condenó a la silla de ruedas de por vida, paralizado de cintura para abajo. Larry Flynt fue pasando a un segundo plano, refugiándose en la mastodóntica sede de su imperio pornográfico, en pleno centro de Los Ángeles. Pero sólo hasta este año, cuando el culebrón erótico de Washington llamó su atención, y Flynt, en una de sus desmesuradas operaciones publicitarias, decidió ofrecer hasta un millón de dólares por pistas que llevaran a descubrir infidelidades cometidas por los congresistas que estaban persiguiendo a Clinton. Flynt ha dicho que recibió 2.000 llamadas, de las que investigó 48. Una de ellas le llevó al caso del jefe electo de la Cámara de Representantes, Bob Livingston, el cual, al saber que le habían descubierto, decidió dimitir durante la votación del impeachment de Clinton. Bob Livingston "se cree Romeo", declaró Flynt en una rueda de prensa, en la que anunció también que "varios políticos más van a morder el polvo antes de que acabe el año".
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