Más de 400 españoles se han sometido a un trasplante de pulmón

Antonio Moreno, albaceteño de 47 años, se despertó el pasado 15 de diciembre en el hospital Puerta de Hierro de Madrid con un pulmón derecho nuevo. El anterior, castigado con una fibrosis por años de respirar polvo trabajando en la construcción, había sido sustituido la noche anterior gracias a una donación. Antes de operarse Moreno no sabía que el suyo era el trasplante de pulmón número 100 en el hospital. Ahora que lo sabe tampoco le quita el sueño: "Lo importante es que me encuentro bien, que por fin he podido operarme y que estoy muy contento", dice.Con esta intervención Puerta de Hierro se une a los hospitales La Fe de Valencia y Vall d"Hebron de Barcelona, que ya han superado el centenar, en el restringido club de los 100 trasplantes de pulmón. Si se suman los 76 del Reina Sofía de Córdoba, los 18 de Valdecilla, en Santander, y los ocho del Ramón y Cajal de Madrid, da una cifra superior a 400 en España. Es casi un récord, ya que en todo el mundo no llegan a siete mil.

Lista de espera

Andrés Varela Ugarte, jefe del equipo de cirugía cardiovascular y torácica de Puerta de Hierro, explica que el pulmón es el más complicado y el último que se consiguió realizar con éxito de todos los trasplantes de órganos. "Sólo entre el 10% y el 15% de los pulmones donados llegan válidos para el trasplante", indica. Pero la principal dificultad está en el posoperatorio, por complicaciones infecciosas.

Según los datos de Puerta de Hierro, el 92% de los trasplantados superan la operación. Al cabo de un año la supervivencia es del 85%, a los dos años del 70% y a los cinco del 50%. Esta supervivencia está condicionada a seguir un tratamiento de por vida para evitar el rechazo.

El trasplante de pulmón está indicados en cuatro tipos de pacientes. En primer lugar, los afectados por un enfisema pulmonar, sobre todo fumadores. Esta patología, según Varela, "ha aumentado de manera preocupante en los últimos años entre las mujeres y también entre los fumadores pasivos". Un segundo grupo, con el que se obtienen los mejores resultados, son los jóvenes enfermos de fibrosis quística, a quienes se trasplantan los dos pulmones. Los afectados por una fibrosis pulmonar, provocada por otras patologías previas, requieren una intervención rápida, pero presentan la ventaja de que con un solo donante se puede trasplantar a dos receptores. Por último, el grupo más reducido es el de los enfermos de hipertensión pulmonar, a quienes se trasplanta pulmón y corazón.

El problema es que la lista de espera crece a un ritmo más rápido que el número de donaciones. Una dificultad que, según Varela, no soluciona la incorporación de nuevos hospitales al trasplante de pulmón: "Lo que hace falta son más órganos y aprovechar bien la experiencia que tenemos algunos equipos". La prioridad para recibir un pulmón donado se establece mediante un complicado protocolo en el que se tiene en cuenta el grupo sanguíneo, el tiempo de espera, la necesidad de respiración artificial y el tamaño del pulmón. La coincidencia de estatura entre receptor y donante se valora antes que la edad, el sexo o el peso a la hora de decidir para qué receptor es idóneo un órgano. Otros factores determinantes son la edad, el estado general y el tipo de patología del paciente.

Para evitar suspicacias, los enfermos en lista de espera no saben cuándo hay un órgano disponible hasta que les toca ser trasplantados. La procedencia del órgano siempre será un secreto para ellos.

El primer trasplante de pulmón con éxito fue realizado en 1983 por Joel Cooper, en Toronto, después de 39 intentos fallidos. En España se iniciaron a principios de los noventa en Puerta de Hierro, La Fe y Vall d"Hebron. Posteriormente se sumó el Reina Sofía y más recientemente el Valdecilla y el Ramón y Cajal. Varela se sorprende de que la gente, fumando, intoxique sus pulmones, "el órgano más delicado y necesario para la vida", aunque admite que algunos miembros de su equipo "también fuman".