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LA REMODELACIÓN DEL 'OTRO' BILBAO

Levantar una gran urbanización

Las excavadoras están preparadas para remover medio millón de metros cúbicos de tierra en Bilbao La Vieja. Cuando en las próximas semanas las máquinas levanten el suelo a dentelladas se iniciará la cuenta atrás de una de las mayores obras de urbanización de la capital vizcaína. El objetivo del ambicioso proyecto del Ayuntamiento es doble: sacar de la marginación a la zona más deprimida de la ciudad y transformar sus lóbregas calles en viviendas y parques llenos de luz. Los frentes donde se actuará serán también dos: La zona alta, una extensión de más de 400.000 metros cuadrados en los que se encontraban las antiguas minas y la calle Mirivilla, y la zona baja, en la que se asientan los barrios de San Francisco, Las Cortes, Cantalojas y Zabala, entre otros. Si se cumplen las previsiones municipales, en unos cuatro años se habrán derribado 468 casas y construido un total de 4.000. Además, se levantarán 62.000 metros cuadrados de zonas verdes, un parque comercial de 2.700 metros cuadrados. Otros 60.000 metros cuadrados se destinarán a centros escolares y algo más de 7.000 servirán para acoger las dependencias de Bomberos y Policía Municipal. Un gigantesco diseño que incluye la conexión de Bilbao La Vieja con la rotonda de acceso a la Variante Este. En el Departamento de Urbanismo del Ayuntamiento de Bilbao hay una gran confianza en el proyecto. "Vamos a sacar de la marginación a las calles que enmarcamos en Bilbao La Vieja [Desde San Antón a Zamácola]. Se derribarán las casas en ruina, pero se construirán 847 (en dos fases) de protección social para realojar a los vecinos de Iturguru, Cantarranas, San Esteban y la Plaza de los Tres Pilares, fundamentalmente", detalla Dimas Sañudo, responsable de Urbanismo. La viviendas de protección oficial costarán unos ocho millones, cantidad que los vecinos afectados consideran excesiva para sus posibilidades. La reforma de Bilbao La Vieja se hará sobre una superficie de 53.000 metros cuadrados, "la cuarta parte de Abandoibarra", resalta el concejal. El plan incluye un tranvía comunicará en el futuro ambas zonas. "Estoy convencido de que saldrá bien. El hecho de que ciudades como Girona y Barcelona hayan conseguido rehabilitar barrios similares a Bilbao La Vieja sirve de ejemplo y de esperanza", resalta el edil. Las antiguas minas de Bilbao, junto al barrio de Mirivilla, en la parte alta de Las Cortes, es la segunda zona donde las excavadoras levantarán una nueva ciudad. Un antiguo horno de las minas y la plaza que se urbanizará a su alrededor serán los elementos sobre los que gira el diseño. Dos mil millones de pesetas, su presupuesto total. Proyección al exterior "Se van a construir 3.000 viviendas. 2.000 de ellas, de iniciativa privada y el resto, de protección oficial. Esto garantizará que el barrio se proyecte hacia el exterior y que viva gente que hasta ahora pensaba que nunca lo haría en esa zona de Bilbao", señala el responsable de urbanismo. Lo que a principios de siglo eran las minas de San Luis y Malaespera se convirtieron en un solar de 43 hectáreas [437.800 metros cuadrados de terreno]. Su transformación en una gran urbanización de propiedad privada propiciará el inmediato comienzo de las obras. El año 2005 es la fecha de finalización del último gran barrio de Bilbao, según las previsiones municipales. "Habrá grandes avenidas, numerosos parques y zonas verdes. Se instalará la Policía Municipal y los bomberos. Va a ser una de las mejores urbanizaciones de Bilbao. Además, dispondrá de las mejores comunicaciones, lo que revalorizará Bilbao La Vieja. Todos van a salir ganando. Creo que más no se puede pedir", remacha entusiasmado Sañudo.

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Nuevos proyectos, viejas promesas

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