La justicia italiana deja en libertad al líder kurdo Abdulá Ocalan

Abdulá Ocalan, líder del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), principal grupo guerrillero kurdo en Turquía, es desde ayer un hombre libre en Italia. Los jueces del Tribunal de Apelación de Roma, levantaron las medidas cautelares que pesaban sobre Apo Ocalan tras su entrada ilegal en Italia el 12 de noviembre pasado, después de que el tribunal federal de Karlsruhe (Alemania) revocara ayer la orden de captura emitida contra el líder kurdo.El tribunal alemán sustituyó la primitiva orden de detención por un nuevo mandato de captura que no es válido a efectos de extradición. La decisión judicial italiana provocó una primera reacción de indignación de las autoridades de Ankara. El ministro turco de Defensa, Ismet Sezgin, advirtió que la liberación de Ocalana "dañará las relaciones entre Turquía e Italia" y "el derecho internacional".

La noticia de la libertad de Ocalan coincidió ayer con la publicación por el diario La Repubblica de una nueva carta dirigida por el líder kurdo al primer ministro italiano, Massimo d"Alema, en la que reitera su decisión de abandonar la lucha armada y de abrir una vía de díalogo con Turquía que permita una solución pacífica de la guerra no declarada que libra el PKK contra el Ejército turco en el sureste del país.

Las autoridades italianas que detuvieron a Ocalan en aplicación del Tratado de Schengen, al existir una orden de captura de la policía alemana, esperaban poder deshacerse inmediatamente del problema entregando al líder kurdo a Alemania. Pero el Gobierno de Bonn dejó claro enseguida que no tenía intención de reclamar la extradición de Apo por razones de seguridad. En Alemania vive la mayor comunidad turca de Europa, casi dos millones de personas, y más de medio millón de kurdos. En cuanto a la extradición solicitada por Turquía, no ha sido atendida debido a que la Constitución italiana impide la extradición de ninguna persona a un país donde exista la pena de muerte. El futuro de Ocalan, de 49 años, queda ahora en una zona de sombra, en tanto se pronuncia la comisión italiana de Interior encargada de estudiar la petición de asilo político cursada por sus abogados. El Gobierno también estudia la posibilidad de expulsarle del país, postura que defiende el ministro de Exteriores, Lamberto Dini.