La Casa Blanca niega que sea una "cortina de humo"

En las vísperas del primer debate del siglo en el pleno de la Cámara de Representantes sobre el procesamiento de un presidente, Bill Clinton se colocó ayer el casco de comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos frente al Irak de Sadam.Asumiendo ese papel, siempre popular entre sus compatriotas, Clinton consiguió sembrar la cizaña entre sus enemigos republicanos, que esta madrugada seguían discutiendo el posible aplazamiento del proceso de impeachment del presidente.

Clinton, llamado con frecuencia el Gran Houdini, en referencia al mago de comienzos de siglo que escapaba de todas las cadenas y jaulas, parecía a punto de evadirse una vez más, al menos por unos días. De ser aplazada a causa de Zorro del desierto, la sesión plenaria de la Cámara tendrá que celebrarse a pocas fechas de Navidad y en un ambiente en el que el presidente habrá reforzado su popularidad por su liderazgo militar.

Y cabe incluso la posibilidad de que la Casa Blanca y los demócratas logren retrasar esa sesión de impeachment hasta comienzos del año próximo, cuando tome posesión la Cámara de Representantes elegida el pasado 3 de noviembre, con una mayoría republicana sensiblemente reducida.

Eso llevó anoche a los republicanos a citar la película Cortina de humo y recordar que la anterior operación militar ordenada por Clinton, el bombardeo de Sudán y Afganistán del pasado 20 de agosto, se produjo el mismo día en que Monica Lewinsky confesó ante el gran jurado que tuvo relaciones sexuales con el presidente.

Joe Lockhardt, portavoz presidencial, negó una y otra vez anoche la existencia de la menor conexión entre el ataque a Irak y la votación sobre la destitución presidencial.