Coppola: "El poder no perdona a los que se rebelan contra él"

Francis Ford Coppola cree que el poder no perdona a quienes se rebelan contra el orden establecido, sean Estados o personas. El cineasta, que se encuentra en Cuba ofreciendo un taller en la Escuela de Cine de San Antonio de los Baños, pone como ejemplo de lo que le sucedió en el pasado a su compañía productora, Zoetrope, el caso de Haití: "Nadie le perdona a un Estado de esclavos que se rebele".

"Haití hizo una revolución y Haití ha sido castigada durante casi 200 años por ser la primera rebelión de esclavos que tuvo éxito", afirma Coppola en una entrevista concedida a Canal Plus en La Habana. En ella, el cineasta considera que tanto su empresa, Zoetrope, como Haiti o Cuba han sido castigadas por rebelarse.Coppola asistió a la entrega de premios del XX Festival de Cine de La Habana, en el que resulto vencedora la película cubana La vida es silbar, de Fernando Pérez, y el fin de semana se trasladó a San Antonio, donde durante dos días compartió experiencias y mesa con los 80 alumnos que estudian en la escuela, en su mayoría latinoamericanos.

Campechano y generoso, de excelente humor, Coppola hizo gala de una ironía desbordante, respondió preguntas y él mismo subió a escena para dirigir y escenificar algunos juegos teatrales que le habían servido para trabajar con los actores en sus películas.

"Lo más importante para dirigir es el trabajo con los actores", repitió una y otra vez Coppola. "Si tienes una buena actuación, no importa dónde pongas la cámara. Claro que, si la colocas bien, todavía mejor", dijo. Según Coppola, "el actor es como una cuenta bancaria vacía. Para hacerse rico hay que llenarla de sentimientos, de emociones. Cuanto mas se eche dentro, más rico será".

El cineasta se entregó a los alumnos de la escuela, para quienes incluso preparó una gran cena de espaguetis y vino traídos de su propia fábrica.

En la entrevista exclusiva con el programa Magacine - que será emitida el año próximo en dos noches dedicadas a Coppola- el cineasta recuerda cómo su relación con la isla comenzó a mediados de los años 70. "Fue el principio de una relación afectuosa. Siempre me han atraído las culturas que tratan de preservar su propia identidad, sobre todo cuando hacen frente a fuerzas que se oponen".

Coppola criticó la filosofía que impulsa en la actualidad a la industria cinematográfica. "Es una industria gigantesca pero está sólo al servicio de ganar dinero, y en eso no se diferencia en nada de la industria de la alimentación, por ejemplo. Hacer dinero es su objetivo principal y esto puede ser frustrante para los jóvenes que llegan ahora al cine". Durante toda la conversación con Canal Plus, Coppola marca las distancias entre los que él llama "proyectos personales" y encargos comerciales, entre los que incluye Legítima defensa, su última película. Y reconoce que en estos momentos lo que mas le interesa "es conseguir un equilibrio entre lo comercial y lo personal", y que sigue trabajando en el guión de Megalópolis.