_
_
_
_
_
INFANCIA

Tortura para menores

Un juguete que se comercializa estas navidades propone 'torturar' o encerrar en una 'celda de castigo' a un muñeco

El artículo 5 de la Declaración de Derechos Humanos afirma que "nadie será sometido a torturas", pero nada dice sobre cuál debe ser la actitud sobre que los niños ensayen con los juguetes que se ponen a la venta para la campaña navideña. Para dar ideas, El Increíble Hulk, uno de los juguetes que más visitas tienen por parte de la población infantil en las grandes superficies, viene acompañado de dos unidades de tortura y una celda de castigo. El juego, que en cada una de estas tres modalidades cuesta entre 2.500 y 5.000 pesetas, no pasa de ser un muñecote con una caja que se rompe por un mecanismo de cuerda, pero el embalaje promete "trampa de rayos gama" y "acción de fuga con temporizador" como muestras de la tortura que puede superar el héroe.El Instituto Nacional de Consumo (INC) reconoce que nada puede hacer contra este tipo de juguetes, como tampoco contra el célebre videojuego Carmegeddon, pues "no hay fraude" y se informa en el envase de lo que está comprando el adulto. El INC llama a la responsabilidad de los padres para hacer frente a estos productos.

La psicóloga infantil Mara Cuadrado, del grupo de psicología Luria, mantiene que lo grave de las unidades de tortura para el pobre Hulk es "el paralelismo que implica para el niño relacionar algo que, al menos, existió históricamente con un juguete". A cambio, reconoce que, "si no se le compra algún juguete bélico al niño que lo pide, éste convertirá sus construcciones en pistolas". Como recomendación, anima a los sufridos padres a "compensar un juguete bélico con otros que enseñen algo positivo". Y advierte que, "cuanto más peligroso parezca uno de estos muñecotes, más gustarán a los niños, porque, sin darles miedo, están en el límite de aquello que les atemoriza". No así a las niñas, pues, aun con el esfuerzo de no hacer distingos, éstas se inclinan por otro tipo de muñecos. Asegura que, por término medio, las niñas españolas de entre 6 y 12 años tienen cuatro Barbies y que, aunque no está demostrado que haya una relación entre el modelo Barbie y la anorexia, tampoco se ha demostrado lo contrario.

Que vigilen los padres

La UCE (Unión de Consumidores de España), que en ocasiones anteriores elaboró alguna lista de juguetes poco recomendables, apela este año a la "responsabilidad de los padres" y a una "mayor inspección" de las autoridades para que no se pongan a la venta juegos y juguetes que incumplen las normas de seguridad. Alertan contra todo juego que no lleve especificado el fabricante o importador, con su dirección completa, para cualquier reclamación. Y, para los más pequeños, piden que no se compren juegos de plástico blando, porque pueden contener PVC.El Instituto Tecnológico del Juguete AIJU prefiere no pronunciarse en contra de ningún juego. Con todo, María Costa, directora del departamento de pedagogía de AIJU, propone una serie de recomendaciones antes de vestirse de rey mago: que esté clara la dirección del fabricante como prerrequisito de que cumple las normas de seguridad; que no tenga muchos bordes ni apariencia poco consistente, y que permita que el niño participe. En los juegos de mesa y construcciones, que puedan guardarse en el embalaje fácilmente y que las piezas encajen. En los videojuegos, pide a los padres que se lo piensen si el juego sólo pretende matar a los malos o liberar a una princesa. Y en los que simulan un ordenador, que el juego no acabe con cuatro o cinco operaciones y se adapte a los intereses del niño. Para los más pequeños, comprar productos europeos, que "en el 90% de los casos" no tienen PVC. Y una recomendación poco popular: "Los juguetes más baratos son los más peligrosos".

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_