La incautación de drogas de diseño en Euskadi baja de forma notable con respecto a los dos últimos años
Las incautaciones de drogas de diseño en el País Vasco por parte de la Ertzaintza en los seis primeros de este año han sido notablemente inferiores a las que se registraron en los dos últimos años. Guipúzcoa sigue siendo el territorio de la comunidad vasca en el que se producen mayores aprehensiones, según los datos ofrecidos por el Departamento del Interior, ya que en ese tiempo se han incautado 1.900 gramos de éxtasis, speed y LSD, frente a los 256 recogidos en Vizcaya y los 9 de Álava. Continúa siendo el cannabis la droga que más se consume y se incauta por parte de los agentes policiales.
La proporción de drogas que se consumen en los tres territorios es similar, salvo en los derivados del opio como la heroína. Es en Vizcaya donde la Ertzaintza ha realizado el mayor número de incautaciones de esta sustancia. Las operaciones antidroga realizadas por la policía vasca en Euskadi en 1996 posibilitaron la aprehensión de 15.036 gramos de speed y éxtasis, una cifra que se incrementó considerablemente el año siguiente, ya que se localizaron 40.175 gramos de esas mismas sustancias. La última incautación de la Ertzaintza de ese tipo de drogas se produjo esta misma semana en Azkoitia (Guipúzcoa). Agentes de la policía vasca localizaron en un vehículo 500 gramos de speed, 600 pastillas de éxtasis y 54 gramos de cocaína. Las drogas llamadas de diseño, según las investigaciones policiales, se consumen, sobre todo, en discotecas y preferentemente con agua, sin que ello impida que se mezclen con otro tipo de sustancias o con alcohol. El precio mínimo de una pastilla de éxtasis, que suele venderse acompañada de una botella de agua, asciende a 2.000 pesetas. Los efectos de esta droga aparecen entre los 30 minutos y una hora después de tomarla y pueden durar varias horas. Un reciente estudio del Hospital del Mar de Barcelona ha demostrado que el éxtasis consumido en laboratorio no produce las mismas sensaciones que cuando se toma en una discoteca. Hasta ahora, los consumidores habituales de drogas de diseño aseguraban que lo que sentían eran alucinaciones, sudores y trastornos visuales. Cuando el éxtasis no se toma en locales con músicas repititivas de fondo y potentes focos multicolores los resultados son distintos, según los investigadores. Los primeros efectos que experimentaron quienes se sometieron a la prueba fueron taquicardia, incremento de presión arterial, dilatación pupilar o contracción de mandíbula y éstos fueron desapareciendo al cabo de entre cuatro y seis horas. En el tiempo que duró la investigación entre el grupo de ocho voluntarios no se observaron alucinaciones y ello, según los investigadores, se debe a que en el laboratorio no se dan los estímulos externos que se producen en una discoteca en la que se consume éxtasis. En dosis elevadas la MDMA (metilendioximetaanfetamina, nombre científico del éxtasis), genera confusión, mareo, dificultad de concentración y reducción del rendimiento psicomotor. El 40% de los jóvenes que lo consumen lo mezclan con alcohol. En algunos países de Europa la policía ha comenzado a decomisar drogas de diseño cuyos efectos son 33 veces más fuertes que el éxtasis. Una de ellas, conocida como flatiner, ha causado ya la muerte a tres personas en los últimos meses, y la otra de graves efectos se denomina DOB. Los usuarios de estas pastillas, según la policía británica, dicen que obtienen sensación de bienestar, emociones intensas y muchos lo adquieren pensando que es éxtasis sin saber lo que están comprando. Hasta el momento, según la Ertzaintza, no se ha descubierto este tipo de sustancias en el País Vasco.
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